Comentarios bizabuelísticos de la Abuela Kico en Navidad

Se los debía de la semana anterior pero con la "jodita que a pocos les causó gracia" de ayer, no pude contarles. Y además, a juzgar por los resultados de la encuesta, a nadie le importa mis vivencias personales... la mayoría prefiere a muchacho en cuestión o a la abuela Kico. Por eso acá va un post que los tiene como protagonistas (hagan de cuenta que estoy pintada al óleo... bueno como hicieron en la encuesta... snif)

Ya les conté que afortunadamente decidimos festejar la Navidad el 25 a la noche en lugar de al mediodía, así que todos vuelta a comer como si fuera el último día en la faz de la tierra. Entre los comensales volvió a repetirse la presencia de mi padre; muchacho en cuestión; la abuela Kico; mi amiga Pelu y su novio; Maru, la hermana de ella y su marido; su madre; la abuela de ellas (ahora íntima amiga de mi abuela... juntas y con el teléfono en mano hacen una dupla chimentera que envidiarían Rial y Ventura) y niños varios.

En la sobremesa llegó el momento incómodo de la noche, no podía faltar y siempre mi abuela tiene que dar la nota desde algún punto cardinal. No importa donde se siente ni con quien esté conversando, siente que la luz bizabuelística la llama y ahí está. La charla pasaba por los nombres para niños que nos gustaban, pero no sólo a mi y a muchacho, sino a toda la mesa.

Amiga Pelu:
Estoy entre Emma y Uma

Maru:
A mi me quedó atravezado Baltazar

Capitana:
Yo sigo firme con Esmeralda aunque siempre me gustó Lola, Guadalupe y Catalina, pero de todos modos no cuenten conmigo hasta dentro de algunos años.

Abuela Kico desde la otra punta de la mesa y en plena conversación con su amiga:
Paola, no digas eso. No ves que el chico te está escuchando, después no va a querer tener.

Capitana:
Pero también tengo que querer tener yo, abuela y no quiero.

Abuela Kico, ya metida de lleno en nuestra charla:
No sabés lo que decís. Muchacho no la escuhes.

Fin del primer round. Seguimos charlando sobre fechas lindas para que nazcan los niños, escuchamos sugerencias de nombres de nuestras parejas (aunque no creo que ninguna llegado el caso las tenga en cuenta) y suena la campana... segundo round.

Abuela Kico:
Bueno ya pueden ir buscando...

Muchacho en cuestión tirando la pelota como si jugara al quemado:
Bueno, primero que tengan ellos (señalando a mi amiga Pelu y su novio que ya conviven hace un tiempo... además, ella sí fue beneficiada con el gen de la maternidad, yo no)

Capitana:
Perdé cuidado que ya estamos ensayando...

Abuela Kico refunfuñando por lo bajo:
&%$##"#&%$

Fin de la contienda, por lo menos públicamente. Antes de irse, mientras la acompañaba al auto de mi padre me desliza:

Abuela Kico, con su último aliento:
Paola, ese chico te va a dejar, seguí jodiendo con no querer tener hijos. Mirá como trata a la nena, qué buen padre que es, debe querer más chicos y si vos no se los das (¿qué soy una vaca que da leche?) se va a buscar a otra. Te hacés la graciosa, la que no queres casarte ni tener hijos y se lo va a tomar en serio. Yo quiero ver un hijo tuyo antes de morirme, no me queda mucho, seguro esta es la última Navidad, bla bla bla...

Por suerte llegó mi hermanito al rescate y la subió al auto él pero por primera vez me quedé pensando seriamente en lo que me dijo. ¿En realidad siento todas esas negativas o ella tiene razón y las tomé como parte de mi discurso de soltera comediante que aún me cuesta desterrar?