sábado, 30 de octubre de 2010

Miles de censista, ¿cuál me toca a mi?

Luego de esperar durante diez horas al censista sin resultados positivos y justo cuando creíamos que finalmente seríamos olvidados, se nos cayó una idea, la única del mes: ¿Y si vamos a la escuela a censarnos nosotros mismos?

Allí fuimos con Muchacho y la niña. Un señor muy agradable se preocupó porque nadie nos haya tocado el timbre y se ofreció a censarnos en el acto. El trámite duró tres minutos tal cómo prometió.



Censista exprés:
Son unos minutitos, señora venga por acá. Digame, su nombre y el de su marido.

Capitana:
No es mi marido.

Censista exprés:
Pero yo los anoté como cónyuges.

Capitana:
Pero no estamos casados.

Censista exprés:
Pero viven juntos, así que están casados.

Capitana:
(Ay señor de mi corazón) No, no estamos casados. Somos concubinos (guacala, lo tuve que decir)

Censista exprés:
Bueno por eso, cónyuges.

Capitana:
A ver señor, ¿no le interesa al censo saber cuántos casados hay, cuántos concubinos? No es lo mismo.

Muchacho:
Dejá Paola, que ponga cónyuges.

Censista exprés:
Su hija, ¿cómo se llama?

Capitana:
No es mi hija. Ya fue censada en la casa de la mamá.

Censista exprés:
¿Cómo no es su hija?

Capitana:
Uf, ¿no es que deben ser censados en el lugar donde pasaron la noche? Ella durmió con la madre, no la vamos a registrar dos veces.

Censista exprés:
¿Pero cómo no es su hija? ¿Usted no tiene hijos? Tiene 30 años.

Capitana:
(?)



Basta, no me jodan más. Para mi que a éste lo mandó la abuela Kico.


miércoles, 20 de octubre de 2010

Kico, crítica literaria...

Contenta, le fui a dar la gran noticia a mi abuela...



Capitana:

Abuela, ¿te enteraste que voy a escribir un libro?

Abuela Kico:
¿Vos un libro?

Capitana:


Abuela Kico:
¿Y qué sabés vos de escribir un libro?

Capitana:
Vivo de escribir hace años.

Abuela Kico:
No vas a saber escribirlo Paolina.

Capitana:
Bueno.

Abuela Kico:
Tendré que leerlo, no sé. Capaz que sabés...


Diarios de todo el mundo y sitios de Internet, se están perdiendo a la crítica número 1. Cuando termine de escribirlo se lo hago leer, si Kico no levanta el pulgar, tiramos todo para atrás... ¡Crucen los dedos!


jueves, 7 de octubre de 2010

¡Aprendan giles, HOY muchacho rulea!

Nobleza obliga y así como digo una cosa debo decir otra: hoy muchacho se ganó el cielo (de toda la semana, tampoco lo alabemos tanto porque sino se va a tirar a descansar en los laureles).

La convivencia entre una pareja no es fácil y con eso no descubro nada. Hay días que quiero huir a hurtadillas, en la mitad de la noche, con un palito y una bolsita tipo el Chavo para no afisxiarlo con la almohada y otros, como hoy, que me alegro de haberlo elegido para esta loooca aventura. Porque uno a los 30 años tiene sus mañas, ha vivido sólo y no le quiere entregar la independencia a cualquiera. Pero hoooooy, no me arrepiento de haber dado el gran paso con muchacho (no me pregunten dentro de unos días, no sé qué les puedo contestar, estoy ciclotímica).

Hoy muchacho tuvo tres actitudes dignas del hombre que todas las mujeres soñamos y porque se lo merece (y porque quiero que lo repita muy seguido), paso a enumerarlas:

1- Se ofreció a ir al supermercado. Si hay algo que detesto es hacer las compras, sobre todo la parte de cargar las bolsas por las escaleras del departamento. Ni hablar de acomodar los productos una vez en casa. Querría tener un esclavo a mano para pegarle un chiflido en ésos momentos: esclavoooooo, acomodame todo... ¡gracias! Pero como todavía no me convertí en princesa, aún no pude contratarlo y me toca esa tarea espantosa a mi. Pero hoy no. Cuando volví a la tardecita, muchacho había ido al super y solito se encargó de guardar toda la compra. Iupiii

2- Nada más lindo que el hombre que advierte que estás un poquito estresada, histérica y te saca de la rutina con... ¡una sorpresa! Así que además de no ver productos del super arriba de la mesada de la cocina como creí encontrar, a mi vuelta vi un paquetito de una de mis marcas preferidas (no los nombro más malditos de Complot, vistan a la Capitana si quieren fama, he dicho) colgando de una silla. Siiiii, regalos regalos, te amooo!!

3- Cuando creí que era todo por hoy, que más no le pedía pedir o que estaba soñando (?) me encontré con otro detalle bello. Me lastimé un dedo, fui al "botiquín" y ¿qué nos compró muchacho a la niña y a mi? ¡¡Curitas de Kitty!! Sin dudas, éste es un hombre que ama a sus mujeres...

Y ahora sí, me despido en este día emblema de nuestra convivencia feliz. Aprovecho a decirlo hoy, somos felices, necesito dejar constancia, porque mañana es probable que deje la toalla mojada arriba de la cama otra vez, o que use el décimo vaso en una misma tarde o simplemente, que se tire a mirar fútbol sin registrarme ni poner siquiera la mesa y tenga ganas de huir para no asfixiarlo.

Muchacho HOY te amo...