viernes, 18 de noviembre de 2011

Mi nueva aliada...

Inesperadamente, surgió una nueva aliada en mi lucha ¿secreta?

Niña:
Papi, ¿cuándo se van a casar?

Muchacho:
Más adelante.

Niña:
No, por favor, ¡ahora!



Y luego hizo esta interpretación de la ceremonia...




Ya tenemos los diseños de los vestidos que usaremos, es ahora o nunca, a matar o morir...

viernes, 11 de noviembre de 2011

¿Y?

Opinólogos de todo el mundo insistían -una vez más- en que hoy, 11/11/11 a las 11,11 se acababa el mundo. Ultra fanáticos se amontonaron en el cerro Uritorco, otros se juntaron a rezar y otros tantos, ayer a la noche la rompieron por si acaso era la última. Hoy tan sólo sufren de resaca, perdieron el presentismo en sus trabajos y sus parejas los abandonaron por desubicados, porque del fin del mundo ni noticias.

Hasta cuándo vamos a insistir con predicciones erróneas es un misterio que jamás podremos develar. Lo cierto es que hoy, 11/11/11 a las 11,11 el fin del mundo me hubiera encontrado en esta posición...



¡Con las botas de presoterapia puestas!

No cerré cuentas pendientes, no festejé, no me emborraché, ni siquiera tuve sexo. Sólo procuré tener glamour, hasta el último minuto. Si hay otro mundo al cual viajaríamos en caso que este mundo desaparezca, que me encuentre hecha una top model (?).


Y ustedes, ¿cómo esperaron el fin del mundo fallido?

lunes, 10 de octubre de 2011

#Feriado

Estas son algunas cosas que podés hacer un día feriado, como hoy en Argentina:

1- Juntarte a comer asado con amigos o familia.
2- Mirar programas berretas sin culpa, como Intrusos o #elprogramadepoliti, total nunca estás en casa y no volverás a hacerlo.
3- Dormir sin despertador.
4- Pasarte el día en pijama mirando series.
5- Comer como si fuera el día final, total "es feriado, mañana hago ayuno".
6- Dormir como una morsa.

Yo elegí el punto 2, 3, 5 y 6.
¿Y ustedes?

miércoles, 28 de septiembre de 2011

¿Y vos, de qué lado estás?

En un nuevo estudio capitanezco, obtuve el siguiente resultado: el 98 por ciento de las personas está a dieta. Y no es la primera vez que tanta gente junta se pone de mal humor y pasa hambre, esto es algo que sucede todos los años para la misma fecha. Llega septiembre y volvemos a mirarnos en el espejo. ¿Y ahora qué hacemos con estos rollos que estaban tan cómodos debajo de cuatro remeras?

Así es como los gimnasios se llenan de gente y se forman filas en los centros de estética en busca de un milagro. Yo soy de éste último grupo: "Ley del menor esfuerzo" es mi segundo nombre. Por eso hace 20 días, dejé casi un sueldo completo y me anoté en Figurella, prometiéndole a Muchacho que la inversión valdría la pena y cruzando los dedos para que el tratamiento funcione. "Me voy a poner re buena, vas a ver" (?), grité un segundo después de tener que blanquearle el monto total y corté el teléfono antes de escuchar el sermón.

Cuestión que desde hace 20 días mi vida se convirtió en una sucesión de sopas y ensaladas. Como otras cosas, pero esos dos ítem no fallan. "Si tenés hambre, comete una fruta o tomate un caldito Knorr, de esos instantáneos", aconsejó la nutricionista que me proporciona el centro. Por si tenía dudas, ya me llamó dos veces por teléfono: "Hola, ¿quería saber si te sirvieron mis consejitos? Tomá mucha agua y cuando te agarren ataques de hambre, tomate una sopa".

Juro que cumplo la dieta al pie de la letra, como nunca antes y lo hago por tres motivos. Uno porque realmente quiero verme mejor, dos porque no soportaría ver una cara masculina que diga "yo sabía que era una locura gastar toda esa plata" y el tercer motivo es para que esta señora no me llame más.

Por eso cuando vi esta publicidad de Knorr Quick Crema que salió ¡hasta en la sopa! pensé que en breve, me verán bailando en la calle vestida de avestruz y con Iripino como coreógrafo. Lo importante es la actitud: ¡Acting Capitana!

Se las dejo por si no la vieron...





¿Y ustedes, pertenecen a ése 98 por ciento que está a dieta?

domingo, 31 de julio de 2011

Primera etapa: ¡cumplida!

Una vez me dijeron que en el amor, la clave es negociar. Que lo importante es llegar a un acuerdo y ceder en algunas cuestiones, para conseguir la felicidad y obtener algunos beneficios. Nunca me gustó verlo como una fórmula matemática, como algo tan racional, pero hoy debo decir que algo de eso hay. Sino, no se explica cómo aún no nos matamos.

El 31 de julio de 2010, luego de luchar meses con albañiles y con plazos que se modificaban todas las semanas, por fin estacionamos el camión de la mudanza en la puerta de nuestra casa. Hacía ya mucho tiempo que mi mochila viajera había dejado de recorrer las 30 calles que dividían ambos hogares, pero esto era distinto: tenía olor a desafío. Ya no valían los refugios ante cualquier pelea, los problemas habría que afrontarlos en casa.

Ése día se llenó la casa de amigos y familia; se comieron sandwichs en una cocina vacía, parados, cada uno desde el puesto que le había sido asignado. Se vivieron momentos de caos, como en toda mudanza, pero pese al cansancio la sonrisa era el denominador común. Estábamos contentos, nosotros y ellos, había triunfado el amor. Nadie le daba crédito a la relación durante los primeros meses pero acá estábamos para demostrar que sí se puede atravesar huracanes y tormentas cuando hay amor.

Hace un año escribía esto. Con alegría, puedo decir que nos seguimos eligiendo y que en esta casa, la mayoría de las veces, sobran las sonrisas. No es un amor utópico, no existe el "hasta que la muerte nos separe", pero es un amor real de esos que se sienten en el corazón. Y eso vale más que cualquier firma o cálculo matemático.

Por eso hoy, pese a los pronósticos, renovamos el contrato de nuestra casa y nuestra relación. Muchacho, feliz aniversario, seguimos sumando...

jueves, 7 de julio de 2011

"No me saludes, gracias"

No soy muy amiga de los festejos impuestos, detesto el día de la madre, el del padre, el de los enamorados y todos los afines que se ubican en el calendario. No sé quién inventó el día del tío, el cuñado, el primo, la bisabuela, la vecina, el padrino, pero ahí están, acechando a la espera de un saludo que de mi parte, nunca llegará. Porque sencillamente, los odio.

La gran incógnita es quién los impuso, qué estaría pensando en ese momento y qué quería lograr con todo esto. ¿Un aplauso? Acaso, ¿una mala madre es buena madre y merece un regalo sólo porque es su día? Horrible. Pero la fecha que más urticaria me da de todo el año se acerca y sobre eso quiero hablar: el día del amigo.

El 20 de julio, los argentinos se despiertan con un chip distinto. Van sonrientes por la vida, saludan con un beso al portero y le dicen "buen día" al colectivero por primera vez en el año. Como si se tratase de una carrera imaginaria, repasan mentalmente la cantidad de "feliz día" que recibieron el año anterior y la meta, claramente, es superar la marca. Si el último julio recibieron 5 saludos, ahora desean recibir al menos 10.

Con esa premisa bajo la manga, hacen chistes, te ofrecen café en la oficina, te abren la puerta y te dan el asiento en el subte. ¿Sabés qué día es hoy, no?; Sí, miércoles. Entonces te ponen un calendario gigante arriba del escritorio con el 20 remarcado con fibra negra o te inundan el muro de Facebook con saludos cargosos, a ver si te "avivás" y les decís feliz día. Los odio, no te hablé en todo el año, no te voy a decir feliz día ni hoy ni nunca.

Este contexto se repite en todos lados. Antes sonaba el teléfono incesantemente, con personas que esperaban al menos escuchar un "igualmente". Ahora, el plomazo es Facebook. Gente desconocida te dice: "Amigaaaaaaaaaaaaa, feliz día" y vos te preguntás en qué momento te sentaste a charlar con esa persona, cuántas cosas importantes compartiste, como para que te grite amiga con tanto entusiasmo.

A la hora de las reuniones, arranca otro capítulo. Mensajes de texto desencotrados, chat, llamadas, recordatorios, restaurantes colapsados, nadie se pone de acuerdo sobre dónde comer y a qué hora juntarse. "Paso a saludar a Pilu, después a Monti y más tarde ceno con ustedes, ¿me esperan?"... Y la verdad que no, no quiero esperarte hasta las 23 para poder sentarme a comer un día de semana.

¿Por qué hay que ver a todos los amigos que tenemos el 20 de julio sí o sí, sino nos convertimos en malos amigos? Si cuando se peleó con el novio y me llamó llorando, yo estaba ahí para consolarla. ¿No era eso lo realmente importante, más que esta cena de mierda? Parece que no, tenía que estar presente sí o sí el 20 para el brindis (?), sino todo lo que se hizo los otros 364 días del año, fue en vano. Aunque el 21 ya se junten a despedazarte porque engordaste tres kilos, el 20 hay que estar con buena onda, bien arriba para festejar (?).

Este año planeo tan sólo agradecer cuando me digan feliz día personas que no considero mis amigas. No finjo más. Me siento una prostituta emocional mintiendo, impostando una sonrisa y un "Igualmente" creíble frente al espejo que seguro después no me sale en vivo. Este año, calculo que no me voy a juntar con nadie, me voy a quedar en mi casa y voy a mirar la novela como todas las noches. Y me voy a ir a dormir temprano, soñando con un mundo donde no existan ni el día del amigo ni el feliz día ni los igualmente. Ojalá sea posible.

jueves, 16 de junio de 2011

Tarde descontrolada...

Cada vez que mi madre llega con bolsas negras en la mano, tiemblo. Sé que me espera un momento desagradable. "Estoy ordenando el placard blanco, acá te dejo más cosas tuyas", argumenta. Mil veces le dije que no me traiga nada, que done mi ropa, que si la dejé en su casa es porque no la necesito. Pero no escucha, mi madre nunca escucha y las deja igual. Y ahí estoy yo, en el piso de mi casa, con una bomba a punto de estallar. Porque abrir esas bolsas negras, implica muchas cosas. Un sinfín de sentimientos.

El más importante de ellos, salta a la vista: tengo 128.274 kilos más que cuando usaba eso. Entonces, ya sé de antemano que nada me va a servir. Igual, porque soy masoquista, abro la primera bolsa... y ahí está toda mi ropa talle S que usé hasta hace cinco años. "No lo puedo creer, ¿cómo me entraba esta musculosita?", le grito a Muchacho, que se quiere matar por no haber llegado unos años antes. Pero como sabe que es mejor no avivar el fuego, desliza un mentiroso: "Creciste mi amor, no estás gorda, te cambió el cuerpo". No le creo nada, ni siquiera le presto atención y sigo sacando una daga tras otra.

"Noooo, ¿cómo me ponía este top azul de terciopelo? Era un gato"; ¿En qué momento se usó esta camisa color mostaza con espigas negras?"; "Mirá este pantalón de cuero tipo Shakira, con este no paraba de ganar". Una prenda tras otra merece un comentario. Una tarea que me podría haber llevado cinco minutos, me ocupa dos horas. Era abrir, mirar, donar. Pero no, se convirtió en abrir, mirar, asombrarme, probarme, entristecerme, reírme, volver a entristecerme. ¿Por qué mierda abrí esta bolsa?

La llamo a una amiga que tiene hijas adolescentes. Le digo que se preparen porque les mando una ropa hermosa que ya no me entra ni en un pie. Me pregunta si no quiero quedarme con algo "por las dudas que bajés". Le explico que mi vida útil, mi cuerpo al menos, venció en el 2006, ahora soy un tonel sin forma y con el corazón estrujado. Me vuelvo a probar una camperita, le tengo ganas, me acuerdo que la gasté, era la elegida a diario... "Si bajo cinco kilos ésto me tiene que quedar perfecto", sueño en voz baja. Me miro en el espejo y confirmo que es una misión imposible. La vuelvo a guardar en la bolsa, que las chicas la aprovechen.

Me voy a comprar ropa nueva. Tomo coraje y entro a un probador, aún sabiendo que me voy a tener que topar con una situación que me descontrola: la vendedora. Esta chica que cumple con todos los rituales que me molestan al pie de la letra. Parece que existe una academia de vendedoras que les enseñan tres únicas cosas: a decir negri cada dos segundos; a meterse en la intimidad de un probador ajeno y a mentir. Porque dale, no me podés decir que me queda divino un vestido que me apreta convirtiéndome en un matambre humano.

Vendedora:
A ver negri (corriendo la cortina sin permiso)... Te queda preciosoooooooooooo, es para vos. Justo, justo, justo.

Capitana:
No me queda precioso, me ajusta por todos lados.

Vendedora:
No negri, se usa así. Ayyyyyy ¡qué hermoso!

Capitana:
OK, gracias, ¿me dejás sola?


Y ahí estoy otra vez en la intimidad del probador, siendo engañada como una niña. Porque como bien cuenta Muriel en este video, los espejos tienen algo. Yo me miro dentro de probador y me quiero llevar absolutamente todo. Me siento una diosa, creo que el vestido me queda pintado y termino pagando un precio desorbitante por algo que no lo vale. No importa, allá voy con mi bolsita, esperando una buena ocasión para estrenarlo y romperla. Pero claro, llego a mi casa, me lo pongo y vuelve la calabaza: no me queda como en el probador. El vestido es el mismo, mi cuerpo también, pero por una extraña razón la imagen no es la misma.

Otra vez insulto al cielo por ser tan ilusa. ¿Cómo me dejé engañar así, si siempre me pasa lo mismo? No aprendo la lección y repito la misma frase de siempre: "A los espejos les ponen algo".
Al final, la culpa de todo la tiene mi mamá, si ella no me hubiese traído las bolsas negras, todo esto no pasaba.

jueves, 2 de junio de 2011

viernes, 20 de mayo de 2011

Oda a la vida ♥

Una de las personas más lindas que conozco tiene leucemia. Es mi amiga y la adoro, por eso la confirmación del diagnóstico me corrió como un frío helado por el cuerpo. Ya lo imaginábamos, pero eso no alivió el dolor. Para el ideario colectivo, la palabra leucemia es sinónimo de muerte, pero para ella no.


Tuvo miedo, lloró y pataleó, se hizo bolita una y mil veces, pero no se detuvo y se propuso contrariar a los prejuicios. “No me voy a morir, tengo muchas cosas para hacer todavía”, me dijo una tarde que me notó triste y preocupada. Porque ella es así, aún con tamaña mochila a cuestas, se encarga de que nosotros no caigamos. Nosotros, los que deberíamos apuntalarla a ella.


Es tan chiquita y tan grande, que mientras nosotros nos preocupamos por pavadas y nos quejamos porque “este resfrío me va a matar”, ella baila salsa en el living para ponerle un poco de color a los efectos negativos que le deja la quimioterapia. Es la misma que ya tiene gorritos lindos guardados por si se le cae el pelo, la que canta con voz nasal mientras toca la guitarra, la que está cansada pero no se detiene.


Ella es única y lo no digo ahora porque “claro, todos los enfermos y los muertos son buenos”. Lo digo desde hace años, cuando la elegí como amiga y cuando la elijo como la madrina del hijo que algún día llegará (si es que ella acepta). Porque es una rústica que cada tanto, te llama para darte los buenos días o te manda un mensajito con una frase de Sabina que te cae en el momento ideal. Porque no se preguntó: ¿me voy a morir de esto?" sino "¿cómo vivo con esto?"


Porque su lucha enseña, porque es buena persona, porque es un gigante escondido en un metro sesenta.


lunes, 9 de mayo de 2011

La herencia de la abuela Kico

Me la prometió y cumplió, ahora debo responder con unos ricos fideitos caseros...



Pastalinda traída de Italia, casi sin uso, ¿ideas para limpiarle el óxido?




¡¡Ahora necesito recetas!!


miércoles, 27 de abril de 2011

¡Buenísimo!

Creía que sólo lo hacían los "loquitos que integran la farándula" pero los casamientos fugaces, repentinos, llegaron a los barrios. Se trata de parejas que se forman como cualquier otra, pero con la particularidad que al mes de conocerse, ya están poniendo fecha de casamiento y planeando una gran fiesta.

Hoy se casó Karina Olga Jelinek con un novio millonario que conoció en febrero. En enero lloraba porque su novio de entonces la había dejado, una semana después anunciaba la llegada de un nuevo amor. A los quince días le proponían matrimonio en pleno viaje al Caribe al mismo tiempo que le ofrecían un anillo de Tiffany´s valuado en 40.500 euros. Ahhh, ¿qué le contestó ante tamaño obsequio?

El 20 de mayo se casan Nicolás Cabré y Eugenia Tobal. Los tórtolos arrancaron su relación en febrero, cuando arrancaron las grabaciones de Los Únicos. Ya tienen fecha y repartieron las invitaciones.

Hace un rato me llama una amiga, que hace muchos años no tiene novio ni tiene mucho interés en casarse, para ser sinceros. Ni siquiera su voz risueña del otro lado del tubo me hizo sospechar:


Amiga:
Me caso, boluda.

Capitana:
¿Qué?

Amiga:
Que me caso, mi nuevo novio me propuso matrimonio.

Capitana:
Pero si recién lo conocés... Casi nadie de tu entorno lo conoce.

Amiga:
No importa, estoy feliz. Será una fiesta enorme, con más de trescientos invitados, en un lugar súper top. Nos juntamos y te cuento todo, ¿dale?


¿Me pueden explicar alguien qué hago lavando los calzones de un tipo que ya me anticipó no se casará nunca conmigo? No voy a preguntar: ¿Qué hago mal? Ya me lo respondí solita en la oración/pregunta anterior.


miércoles, 6 de abril de 2011

Paolina, la limpita (?)

Abuela Kico:
Tenés que estar lista Paolina

Capitana:
¿Lista para qué abuela?

Abuela Kico:
Para ser una buena ama de casa

Capitana:
Bueno

Abuela Kico:
Vos te reís siempre de todo. Pero tengo razón. Tenés que saber cocinar porque a los hombres les gusta llegar de trabajar y que esté la comida lista. O que te despiertes a la mañana para prepararles el desayuno y plancharles la camisa, porque no es lo mismo si la planchás el día anterior. Y sobre todo, la casa siempre tiene que estar limpia.

Capitana:
¿Algo más?

Abuela Kico:
Seguí jodiendo, se te va a ir.

Capitana:
¿A dónde?

Abuela Kico:
A una casa limpia.



Esta conversación es atemporal, porque se repitió tantas veces que no podría encasillarla en una sola fecha del calendario. Mi abuela insiste en que Muchacho me va a dejar porque no le plancho su ropa: "¿Cómo ese chico se plancha sus propias remeras?". Pero lo cierto es que mis tiempos no son los mismos que los que tuvo ella cuando apenas se casó, igual por más que se lo explique, no lo comprende.

El sábado vino a mi casa a cenar y me tiró el primer aliento en mi breve carrera como ama de casa: "Por lo menos sos limpita". Por eso cuando la gente de Cif me envió su nuevo comercial, con Cenicienta como protagonista, me acordé de este episodio.





Lo que mi abuela no sabe es que sólo limpié los ambientes del piso de abajo, donde iban a estar los invitados, y que lo hice en pocos minutos gracias a ese líquido blanco adictivo del que ya he hablado en otros post. Todos contentos.

¿Y ustedes, qué cosas odian hacer y desearían que otros hagan por ustedes?

lunes, 4 de abril de 2011

4 de abril

Hace nueve años, un día como hoy, le estaba dando un beso y un abrazo a mi abuelo. Estaba en la cama de un sanatorio, en un estado terminal y era su cumpleaños. Los médicos habían bajado los brazos, pero él no. Preguntaba qué le pasaba, me pedía que le charlara y de a ratos, me mandaba a mi casa a dormir: "Andá a descansar Paolina, mañana tenés que ir a trabajar". Yo no me movía de su lado, si eran sus últimos días de vida, no tenía nada más importante que hacer en mis ratos libres que quedarme con él.

Cada día, podía ser el último. Cada noche mientras él descansaba, yo lo "velaba": lo miraba en silencio y lloraba evitando que me viera y preguntándome por qué el cáncer elige víctimas arbitrariamente y se las lleva así, de sopetón y sin demasiado tiempo para cerrar sus círculos y despedirse de sus amores.

En fin, el 4 de abril de 2002 como decía, fue su cumpleaños. Esperó que todos lleguemos a saludarlo, agradeció el último llamado unos minutos antes de las 12 de la noche y cerró los ojos. Ya no los volvió a abrir y los medicamentos tampoco se lo permitieron. Trece días después, el pronóstico de los médicos se hacía efectivo y a nosotros se nos destruía el corazón.

Desde ése día me pregunto qué pasa con las fechas de cumpleaños cuando la personas ya no están. Muchas veces me contestaron que ya no cuentan, que son fechas que caducaron, que no tienen sentido, pero yo no puedo evitar todos los 4 de abril recordar que era su cumpleaños.

Así que, donde quiera que estés abuelo, que los cumplas feliz...

viernes, 1 de abril de 2011

¿Me devuelven mi infancia?

Los 31 vinieron con algunos golpes duros que hablan de un pasado dudoso. Tengo que hacerme cargo y resetear, sino todo puede empeorar.


Caso I


El día posterior a mi cumpleaños, hace unos quince días, mi madre contó en el festejo familiar que yo era FANATICA de Valeria Lynch. "Me acuerdo perfecto que nosotros escuchábamos el cassette y vos cantabas a los gritos Señor amanteeeeee", dijo. Mi papá, que está separado de mi madre pero para esto se pusieron de acuerdo sin discutir, sumó sus recuerdos: "Claro, agarraba una cartuchera o cualquier cosa con forma de micrófono y cantaba frente al espejo, armaba coreografías". Mi paciencia se acababa, pero siguieron: "También cantaba temas de Lerner: y todo a pulmón, todo a pulmóooooon". "Peor cuando decía que su novio era Pablito Ruiz", aportó la abuela Kico... ¿Para qué invité a esta gente a comer a mi casa?



Caso II

Durante mi infancia amé a Kevin Arnold, el protagonista de Aquellos años felices. Soñaba con cruzármelo con su bicicleta por las calles de Quilmes. Era demasiado tierno, el novio ideal. Veinte años después, me pasan una página, me encuentro con esto:


Kevin tiene 34 años y no lo toco ni con el chorro de soda. Destruí mi recuerdo para siempre.


Caso III

Acabo de ganar un concurso en un blog que se llama Manual de perdedores, justamente, por contar una historia de mi infancia en la que me rompieron el corazón. Ganó por ser la más perdedora. No sé si alegrarme por el voto de la gente o llorar.


No me den más noticias ni toquemos el arcón de los recuerdos hasta el año que viene. ¡Gracias!

lunes, 28 de marzo de 2011

Esperando EL llamado...

Madre:
Tu hermano nos quiere dar una noticia, ¿vos sabés algo?

Capitana:
No tengo idea.

Madre:
¿Qué será: mudanza, embarazo, qué?

Capitana:
No tengo idea.

Madre:
Espero que venga pronto, ¿qué será?

Capitana:
No tengo idea.


Todavía no sé nada, me encantaría que mi cuñada esté embarazada pero esa bella noticia despertaría a un monstruo. De convertirme en tía, sonaría mi teléfono sin parar. Ring ring ring. Adivinen quién es... ¿Ya adivinaron? La conversación sería más o menos esta:


Abuela Kico:
Paolina, ¿por qué le hacés esto a la abuela?

Capitana:
Hola abuela.

Abuela Kico:
¿Por qué hacés esto?

Capitana:
¿Qué hice ahora?

Abuela Kico:
¿Por qué tu hermano, que es más chico que vos, va a tener un hijo y vos no? ¿Qué esperás?

Capitana:
Tener ganas de abandonar mi vida para ocuparme 24x7 de otra persona, querer limpiar vómitos, olvidarme de lo que era una charla adulta, conseguir quién me lo cuide....

Abuela Kico:
(Interrumpiendo)
Me quedan pocos años, y a vos también. No te hagas la pendeja.



Dios, que llame pronto mi hermano para contarme que se ganó la lotería, que asaltó un Banco, que cambió el auto o que ganó el pozo acumulado del Gran DT. Temo por mi salud mental.

jueves, 17 de marzo de 2011

La crisis: a un día de los 31

Se acaban de ir mis amigas y no me puedo dormir. Estoy inquieta. No es el alcohol, decidí no tomar cuando de todo el menú del delivery elegí el sandwich con más calorías, rebalsado de queso cheddar, panceta y salsa barbacoa. Compensar le dicen... no sentirse tan culpable, le digo yo. Pero qué rico estaba. Tampoco fumé, ni tomé café ni consumí ninguna sustancia que altere el sueño. De hecho, estoy cansada y no paro de bostezar, aún así, no logro conciliar el sueño.

Repaso una y otra vez la conversación y me pregunto: ¿en qué momento dejamos de hablar de hombres, de tamaños, de salidas, de lugares espectaculares donde divertirse para pasar a recomendarnos mercados económicos para hacer la compra mensual de mercadería? Lo pienso y me da un odio tremendo: ¿qué tratamiento puede mejorar mi celulitis?; ¿Cuántos kilos querés bajar, yo creo que con bajar 10 estoy bien, y vos?; Fui a comprar un kilo de zapallitos, estaba diez pesos, me enojé con la verdulera por el aumento desmedido y no compré nada; Llego a casa tan cansada que no me dan ni ganas de curtirme a mi novio. Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. Odio crecer. Quiero romper todo.

¿Ya les dije que me pegaron peor estos 31 que voy a cumplir que los 30 del año pasado?

jueves, 10 de marzo de 2011

A mal sueño... ¡mala cara!

Me despierto angustiada y sé perfectamente cuál es el motivo: una pesadilla asquerosa. Un viejo dicho asegura que contar los malos sueños en ayunas, sin desayuno previo, hace que se cumplan pero no me importa, ya no puedo aguantar mi furia asesina. El responsable del mal momento se mueve al lado mio, en el otro extremo de la cama. Tiene que pagar por lo que me hizo, pero claro, aún no lo sabe.

Alguien tiene que informarle que en mi sueño se comía a un bicho canasto y que en mi propia cara, interactuaba con ella y acordaban un punto de encuentro para más tarde, cuando yo ya no esté. Y que cuando le reclamaba por su falta de respeto, se daba el siguiente diálogo:


Muchacho:
¿Qué tiene de malo mi amor, si se la cogen todos?

Capitana:
.....

Muchacho:
No sabía que te podía molestar, me la voy a coger menos y listo.



¿Ustedes se preguntarán qué culpa tiene el pobre tipo que se despierta para ir a trabajar como todos los días y se tiene que fumar a una novia desenfrenada sólo porque tuvo una pesadilla no? Lo siento, lo hubiera pensado antes de comerse al bicho, ahora estoy enojada.

¿Qué me miran como si estuviera loca, nunca les pasó despertarse de un mal sueño y quedarse todo el día prendido de una imagen como si fuese real?

miércoles, 23 de febrero de 2011

¿Ya se hizo la fulminante?

Viven comparando a Gran hermano con la vida misma, dicen que el reality es un reflejo de la sociedad, que como se comportan esos 19 mocosos, la mayoría de ellos muy maleducados, nos comportamos todos y bla bla. Pero ésa es otra discusión. Lo que me quita el sueño es una idea maravillosa que se me ocurrió mientras desayunaba.

Hoy me desperté con lluvia, un día medio raro, caluroso y con humedad. Para colmo, a dieta. Obviamente, de mal humor y me obsesioné con algo. Puede que sea una boludez pero voy a proponerlo, capaz pica, alguien groso con poderes lo lee, se prende, y lo podemos llevar a cabo.

Necesito extraer una idea de ése programa de entretenimientos y aplicarla a la vida real: necesito la fulminante. Esa posibilidad de, con sólo solicitarlo, exterminar a una persona y ponerla a consideración del voto popular. Yo quiero que sea más sangriento en el mundo real: necesito que la persona que marque con mi dedo, desaparezca de la faz de la tierra. ¿No dicen que hay vida en Marte? Muy bien, hasta allá pueden ir los fulminados, en pos de poblar el planeta vecino.

Entonces, cada vez que alguien nos moleste demasiado, al extremo de hacer nuestras vidas imposibles tendríamos la opción de usar la nominación fulminante. Llamamos al Gran Hermano de turno (personaje a definir, no puedo estar en todo tampoco) y se lo comunicamos. Obviamente la persona no tiene derecho a apelar, tiene que tomar sus cosas y retirarse de este mundo.

¿Una sola vez se puede usar la fulminante durante el programa? Mmm en la vida real me huele a poco. Debería correspondernos una por año, para que no actuemos en caliente y echemos a todo el mundo, tampoco podemos quedarnos viviendo solos. Intentemos ser tolerantes.

Bueno, ¿quién se prende en esta iniciativa? ¿A quién exterminarían?
Yo ya tengo un número fijo...

viernes, 18 de febrero de 2011

Y al tercer año, resucitó entre los muertos...

Llueve en la ciudad, y mucho. Tengo tanto trabajo que no sabría por dónde comenzar, pero curiosamente, no tengo ganas de arrancar por ningún lado. Todos los días empiezo la dieta pero en algún momento del mismo día, algo me obliga a romperla. La excusa no importa, siempre es una distinta, si tuviese tanta imaginación para crear cosas importantes como tengo para idear excusas rompedietas, sería millonaria. Eso también lo pienso a diario. Pero no son mis únicos problemas, desde hace un mes estoy fanatizada con Gran hermano y lo tengo que reconocer, porque nunca les mentí. No sé qué pasó, no sé si el encierro que me pegué para escribir el libro me dejó mal para siempre, pero algo cambió. Ahora me encuentro odiando a personas que no conozco ni me interesaría conocer, sólo porque aparecen en una pantalla de televisión. Me releo y no me reconozco, no porque me sorprenda odiando a alguien, siempre encuentro a quién odiar, sino porque me siento una boluda. Intento agarrar un libro, me encanta leer. Los libros no muerden decían las maestras, pero nadie habló de su poder para hacer invisibles las palabras. Tengo que leer una y otra vez las páginas porque o me pierdo o realmente desaparecen. Desaparecen también las cosas de mi casa, al rato aparecen en otro lugar, creo que los duendes existen y llegaron a mi domicilio para esconder cosas. Lo miro a Romancito, duerme todo el día y pienso: ¿por qué no me tocó ser un perro? No tendría que cocinar, ni lavar ropa y todos me harían gracias para divertirme. Siento que algo le falta a mi vida: ¿pimienta? ¿dinero? ¿salud? ¿vacaciones? Puede ser, pero me inclino por una: a mi vida le falta la chispa de la Capitana, le falta blog. Este espacio que desde hace más de tres años me permite ser yo misma. Por eso vuelvo, no se vayan, que por aquí andaré una vez más...

viernes, 11 de febrero de 2011

Concurso!!

Mientras tus amigas y amigos se van a festejar el Día de los enamorados con sus respectivas parejas, te propongo algo más divertido: sacar tu pasado para siempre de tu vida.

Por eso largamos un nuevo concurso: mandá tu historia con tu ex y ganate un Boucher de 4 clases de pilates gratuitas cada uno en Hera Pilates y ejemplares de Matemos a los ex.

Los interesados deberán mandar su historia a matemosalosex@gmail.com, colocando en el asunto la palabra "Concurso" entre el 14/2 y el 18/2. El texto no deberá extenderse por más de una carilla. Se irán publicando de a una por día en Matemos a los ex, y cuando se haya finalizado, se abrirá una encuesta para que los lectores voten sus historias preferidas.

Las que tenga más votos ganarán los premios (el primer lugar los libros y el segundo, las clases). Por supuesto se puede hacer campañas en sus propios blogs o cuentas en redes sociales para movilizar a las masas.

Arranca la recepción de historias, para evitar desprolijidades sólo se tomarán en cuenta las historias que lleguen a esa casilla de correo bajo la consigna detallada (las que ya mandaron para publicar en el blog, no participan).


Importante: Se suspende el evento del 14 de febrero, pero quienes quieran donar objetos de sus ex puede alcanzarlos a la calle Piedras 1326 CABA (entre el 14/2 al 18/2 de 10:00 a 14:00) que serán donados a Red Solidaria (los tendremos informados a través de la página de la Editorial y de los blogs).

lunes, 17 de enero de 2011

Autobombo, ¿y qué?

Si se cumpliera uno de tus sueños, ¿no estarías feliz y querrías compartirlo con las personas que lo hicieron posible?

Así estoy desde hace unos días. El libro ya está en la calle, llegan las primeras críticas de los lectores, las notas del periodismo (es raro ser la entrevistada, estoy acostumbrada al otro lado del mostrador), la alegría de los que me quieren, los llamados de amigas diciendo: "No te pudiste haber animado a poner tal cosa" o "Me re acuerdo cuando charlábamos de esto". Y el comentario que más me gusta recibir: "Me reí, lloré, me sentí identificada, me llegó". Los buenos deseos se multiplican; gente que me escribe para decirme que llegó el libro a su librería amiga y que lo va a comprar; fotos con los ejemplares que llegan a diario, reclamos de amigos del exterior que no pueden con su ansiedad.

¿Cómo no voy a desbordar de felicidad? Claro que hago autobombo, porque sólo yo sé lo que me costó llegar a esto y tengo todo el derecho a disfrutarlo. Por eso, para los que no pueden ver las novedades por el Facebook de la Capitana se las traigo al blog. Y porque después de todo, la cosa arrancó acá hace más de tres años.

Novedades de enero, Matemos a los ex en los medios:


Tapa de Cosmopolitan: "Vengate de tu ex"



La nota, con una foto bebé del libro


Revista Maru Botana (enero), con una columna de humor: "Me tocó un hombre con combo".


Diario Clarín, suplemento Buena Vida, viernes 7 de enero


Revista MIA (Editorial Perfil)


En éste link, verán una nota que escribí especialmente para la web destinada a la mujer de Clarín (pueden dejar comentarios) y acá, la nota que salió en la web del Argentino.


Por las librerías:

El afiche...



Mar del Plata, librería Polo Norte


Punta del este, librería Papacito

En el estante, en pesos uruguayos...


En la vidriera...



Habrá más novedades en este boletín. Los interesados pueden conseguirlo en cualquiera de éstos puntos de venta y si ya tienen su ejemplar, envíen su foto a Capitanitadelespacio@gmail.com Gracias por apoyar la iniciativa...