viernes, 31 de octubre de 2008

A mi gran amiga...

Cuando la conocí debo reconocer que la miré torcido. Era chiquita, rubia, con el pelo llovido (al estilo Barbie Malibú), delicada por donde se la mire, usaba mucho el color rosa para vestirse porque era de “nena”, lloraba por todo, tenía alma de Susanita y una voz de pito insufrible. Todos requisitos, a mi entender, para detestar a una persona. Mi antítesis.


Con este panorama nunca podíamos ser amigas. No sé porqué le di tiempo (porque lo saben, no tengo paciencia) y así fue como empecé a descubrir cosas en ella que el resto no veía. Claro, era más fácil catalogarla de rubia tarada antes que intentar conocerla y darle la oportunidad de que demuestre lo contrario. (Jódase, eso le pasa por ser linda. A mi todos me ven simpática)


En ese momento, yo atravesaba la primera de las cuatro crisis con mi ex y todas mis amigas estaban en pareja. No tenía con quién salir a despejarme (léase, tirar la chancleta) así que, mitad en joda mitad en serio, me terminé acoplando al grupo de mi hermana más chica.


Durante esas salidas diarias que duraron meses y me devolvieron con 25 años a mi amada y descontrolada adolescencia me reí cómo hacía años no lo hacía y compartí con un grupo de chicas seis o siete años menores que yo algo más que fiestas y alcohol. Encontré mucho apoyo y grandes oídos que me contuvieron el tiempo que hizo falta. Una de ellas era ésta chiquita pero pronto, vaya a saber por qué milagro del destino, la relación fue creciendo y aunque el grupo se disolvió y las amistades fueron quedando en el camino, la nuestra perduró.


Hoy es mi gran amiga. Una de las personas que elijo para refugiarme cuando estoy triste, para pelearme cuando estoy enojada, para salir a divertirme cuando estoy contenta, para destruir la tarjeta cuando preciso hacer catarsis y para escuchar con la dureza justa las cosas que el resto no se anima a decirme. Es mi espejo a la hora de buscar sinceridad.


Juntas pasamos miles de momentos lindos y no tanto. Compartimos la mejor anécdota que pueden tener dos amigas, nos hacemos cucharita cuando el corazón nos está por explotar de tanta tristeza, no nos guardamos secretos y tenemos la confianza para pelearnos de la peor manera y al rato hablar como si nada hubiera pasado. Es con la única persona ajena a mi familia que lo puedo experimentar…


Con el paso del tiempo nos fuimos mimetizando tanto que cada una tomó de la otra lo que necesitaba. Ella se embarró con un poco más de calle y yo me volví más femenina (hasta logró incorporar el maquillaje a mi vida diaria). Ella se animó a otro tipo de aventuras y yo incorporé el deseo de formar una familia que hasta ese momento no lo tenía y a ser un poquitín más cariñosa. Descubrimos que en el fondo éramos tan parecidas que compartimos todo a pesar de la diferencia de edad, que casi nunca se nota. Y sobre todo, fuimos entendiendo que deseamos las mismas cosas (hasta tenemos el mismo nombre pensado para nuestra hija, la primera que porte panza se queda con Lola… cagué, vas a tenerla primero, lo sé)


Dicen que no sólo la sangre determina un lazo de familia. Yo no sé si esto es cierto o no, pero yo la elijo todos los días como mi hermana y la amo con todo mi corazón.




Cuando aún éramos un grupo de amigas...

(Ahí pueden comprobar que se vestía de rosa, es para ahogarla en un balde)



¿Puede tener ese pelo sin necesidad de usar secador ni planchita?! La odio...



Aye, Feliz cumple y gracias por tanto!

jueves, 30 de octubre de 2008

Un día para celebrar!


Hace 25 años a esta misma hora, mi papá y mi mamá me tomaban de la mano y sin demasiada conciencia, me hacían partícipe de un hecho histórico: la vuelta a las urnas, a la posibilidad de elegir, al fin de los años más oscuros que nos tocó vivir como sociedad.

Yo era una nena de tres años a la que le habían enseñado desde chiquita que formar parte del partido radical era lo máximo y que Perón era mala palabra (ya expliqué en otros post que por suerte, los años me hicieron ver las cosas con mayor claridad). La euforia en mi familia era tan grande que terminamos todos en la Plaza de Mayo festejando la victoria de Raúl Alfonsín como presidente y el retorno de la democracia. Si digo que recuerdo algo de ese momento, les estaría mintiendo pero escuché tantas veces la historia que tengo postales inolvidables. Mi papá llorando con desconsuelo abrazado a mi abuelo también emocionado (el más radicheta del mundo.... un beso abu, desde algún lado hoy estarás sonriendo), miles de banderas, cánticos y una boina radical sobre mi cabeza (por Jebus!!). Pero sobre todo, sonrisas de satisfacción en una plaza colmada de esperanza.

Con el tiempo, el Gobierno se fue desmoronando y con él las finanzas de muchos. La crisis económica fue profunda e insostenible. Saqueos, pobreza, quiebras, hiper inflación y suba de precios en un mismo día. Recuerdo que por esos años, con mi familia nos fuimos de vacaciones a Mar del Plata con la idea de comprar una nueva casa a la vuelta, que incluso ya habíamos señado. Cuando regresamos, otra escapada del dólar alejó el sueño lo más lejos posible y nunca más se presentó la oportunidad de crecer. Nunca.

Miles de cosas para cuestionarle a Alfonsín pero muchas otras para destacar de su presidencia como el Juicio a las Juntas Militares, su política de derechos humanos y las bolas bien puestas para tomar decisiones con medio país en contra y el peor de los escenarios. A la distancia, cada vez se lo reconoce un poco más, sobre todo si se tiene en cuenta la seguidilla de corruptos que nos comandaron después.

No soy radical para nada, no me olvido del caso de la "servilleta", de su complicidad con Duhalde para voltear a De la Rúa (presidente electo por el pueblo y de su mismo partido) ni de muchos otros "teje y maneje" en los que estuvo metido (advierto para los que salgan a decir que soy muy chiquita para opinar) pero quería rescatar a un tipo que bien o mal, hizo mucho para que volvamos a vivir en democracia, antes y durante su mandato.

Aunque hoy esté descreída de la política y me dé bronca tener que ir a votar (porque son los mismos candidatos de siempre que van mutando de boleta) lo celebro. Qué nunca más decidan por nosotros; que nunca más se opere con violencia y se extermine al que piensa distinto; que haya libertad de expresión sin ningún tipo de censura; que la violencia no sea el eje de un Gobierno; que exista la oportunidad de manifestarse y sobre todo, que nunca más un grupo de hijos de puta nos manejen bajo un régimen de tortura, desaparición y muerte.

Aunque aún haya tanto para mejorar y corregir, feliz 25 años a nuestra democracia...



Ah y para los que no saben por dónde empezar a insultarme (porque odien a Alfonsín, porque amen a los milicos), les dejo otra punta que les puede atraer más:

Diegote, feliz cumple! Por fin tenés la posibilidad que tanto te merecés!
Ahora no me va a quedar otra que volver a ver los partidos de la selección =)



D10S, te banco a muerte!!


Ahora sí, aluviones de insultos....

miércoles, 29 de octubre de 2008

No seré, una mujer perfecta...




No seré, una mujer perfecta
de las que volteas al ver pasar
no seré, alta y maravillosa
pero sé lo que puedo hacer...

No sabré andar como una princesa
ni vivir como en alta sociedad
y no sé engañar a tu corazón
pero sé que te puedo hacer... feliz

y aunque muchas veces no se lo que quiero
aunque hay días en que veo todo negro
no quiero irme de aqui
para estar cerca de tí
porque sé que te puedo hacer... feliz

No seré lo que te imaginabas
no diré lo que quieras escuchar
no sé bien si será para siempre
pero sé que te puedo hacer.... feliz

y aunque muchas veces no se lo que quiero
y aunque hay días que veo todo negro
no quiero irme de aqui
para estar cerca de tí
porque sé lo que puedo hacer

y aunque muchas veces no se lo que quiero
aunque hay días en que veo todo negro
no quiero irme de aqui
para estar cerca de tí
porque sé que te puedo hacer... feliz



Salvo que seamos clones, sospecho que Julieta Venegas la escribió pensando en mi... y en miles de mujeres que tenemos días "raros", más alegres, más tristes, más alentadores o hundidos en una nebulosa pero que en el fondo sabemos lo que queremos. Son días nomás... no nos den bola.

martes, 28 de octubre de 2008

El gran reencuentro

Cuando abrí la puerta para recibirlo después de diez días separados, lo vi tan lindo como ese jueves que nos despedimos a regañadientes y con lágrimas en los ojos. Nos dimos un abrazo inmenso, miles de besos y nos regalamos un domingo entero de amor. Por primera vez me quedé a dormir en su casa y me encantó despertarme con sus mimos. Ayer repetimos el ritual en la mía y creo que me hice adicta. Quiero dormir todas las noches con él.

Estos días pensé muchísimo en esta relación que nació no hace mucho pero que crece a diario y me hace tan feliz. Y sí, aunque odie reconocerlo no me quedó otra que retroceder sobre mis propios pasos y repasar lo que me costó llegar al equilibrio emocional que aparento tener ahora; a los años invertidos en una relación que sabía de antemano no iba a funcionar porque se buscaban objetivos distintos; a las miles de lágrimas derramadas por imbéciles de paso y no puedo evitar preguntarme si habré tenido que pasar por todo eso para ahora poder disfrutar el amor de esta forma, con tanta paz.

En el aislamiento impuesto por mi misma durante el viaje, recordé los años que esperé para escuchar lo que muchacho en cuestión me dijo en pocos meses; descubrí que puedo disfrutar sin tener que pagarlo con sufrimiento extra por los rincones; que alguien me puede demostrar su amor a diario, no de a temporadas y sobre todo, que existe una persona en el mundo que no se cansa de mis besos (ni de dármelos) ni me saca con una vara como a un perro cargoso.

Muchos de ustedes opinan que por fin me llegó el verdadero amor, que muchacho en cuestión es el hombre que siempre esperé y que ha caído del cielo como un regalo en el momento menos esperado y miles de cosas más. Yo no sé cómo catalogarlo, no sé si va a ser el gran amor de mi vida, si vamos a vivir juntos, si va a ser el papá de Joaquín y Esmeralda, no sé nada de todo eso y ni me lo quiero poner a pensar. Plantearlo de ese modo sería un suicidio, agregarle una presión extra a una relación que tiene que crecer naturalmente. Las cosas se irán dando. Creo que el deseo de que esto funcione se refleja desde ambos lados, que el amor se siente y que eso es lo más importante.

Hoy estoy convencida que es la persona con la que quiero estar, pongo todas mis fichas en esto y por primera vez en mi vida siento desde el comienzo que puede funcionar (un gran paso para una autoboicoteadora profesional). Sueño con él, quiero compartir mis proyectos, pensar de a dos en los temas que nos unen y hablar del futuro pero sin catalogarlo ni dejar mi vida de lado, ¿está mal?.

Con esto no le resto importancia ni mucho menos. Todo lo contrario, quiero hacer una vez las cosas bien. Lo considero un premio, una gran palmada en el hombro que me indica que venía por el camino correcto cuando decidí cambiar mi modo de ver las cosas. Y ahora con todo más claro y un mayor equilibrio, me siento en condiciones de compartir mi vida con alguien. Con errores, con aciertos, siento que encontré a la persona indicada para hacerlo. Y lo voy a intentar.

lunes, 27 de octubre de 2008

En casa

Fue una semana increíble. Hace años que no desconecto tanto en unas vacaciones, apagué la mente por completo, pensé menos que de costumbre y disfruté del silencio y la naturaleza. Casi no toqué el celular, no me comuniqué con nadie más que con el muchacho en cuestión, no leí los diarios ni vi televisión. Podía volar el mundo que no me interesaba. Se los recomiendo para sus próximas vacaciones, es la única forma de descansar.

Con Fede, mi compañero de viaje, la mejor. Fuimos los dos con la misma idea así que ni un roce ni una discusión. A la mañana desayuno, después alguna caminata o paseo que se prolongaba por horas y a la noche cerveza artesanal, ataques de risa y partidas de naipes. Está confirmado, soy la reina de la escoba de quince, desafio a quien sea. Sólo me pudo ganar un partido de los miles que jugamos. Tengo pruebas y algunos croquis que hicimos de nuestros diez días de convivencia que seguramente ya subiré si es que les interesa.

Todo muy hermoso en el paraiso pero extrañaba muchísimo a alguien que seguía en la ciudad. Antes de irme me dijeron que la distancia ayuda y en nuestro caso así fue. Terminamos de definir los sentimientos; de darnos cuenta que nos elegimos porque nos hacemos felices y sumamos a la vida del otro; que no queremos separarnos más y de las miles de charlas larga distancia surgieron proyectos copados e inesperados. Imaginense la intensidad del encuentro de ayer que duró hasta hoy a la mañana... Muchos mimos, muchos besos, muchas palabras lindas.

Acá les dejo más fotos. Los que aún no tienen planeadas sus vacaciones les recomiendo esta zona, son lugares espectaculares que en verano se ponen más lindos todavía.


El cordero patagónico que nos comimos con nuestros vecinos de cabañas.


Encontré mi lugar en el mundo: Puerto Patriada. Si alguien me dice que conoce un lugar similar sin los 10° bajo cero que se sufren en invierno, me mudo hoy mismo.


No le falta nada. Lago, playa, montañas, bosque... segurísimo que volveré.

Me fui con la idea de poner los pies en contacto con la naturaleza. El frío me ofreció una tregua.

Sólo me falta la casi imposible tarea de convencer a muchacho en cuestión de que es el mejor lugar para vivir, rodeados de paz. Ambos podemos trabajar desde casa con una buena conexión a internet. A cambio, le pago los pasajes en avión para ir a la Bombonera dos veces al mes y listo.


Si no metía meditación acá... ¿dónde?


Después de una semana hundida en la máxima pobreza (carísimo por esos lados, sobre todo ir a comprar al supermercado), decidimos despedirnos en la cervecería del Bolsón. De esa carta, probamos todas las variedades. Dan ganas de traerse containers enteros en la mochila. ¿Por qué mierda habré salido tan alcohólica, soy una especie de (Bob) esponja?

Siempre hay un motivo real para brindar...


Mi gran amigo Federico... y está soltero. Candidatas me escriben al mail y las contacto.


Fotos: By Napia
(jaja me obligó a poner los créditos porque sino me demanda por propiedad intelectual)


Y ustedes, ¿ya planearon sus vacaciones?

jueves, 23 de octubre de 2008

Postales para el horror!

Otra vez caí en la tentación (maldito sistema que me chupa) y aquí estoy en mi día libre de actividades frente a la máquina. Estoy feliz pero agotada. No suelo subir a las montañas en Buenos Aires así que cualquier caminata por aquí me demanda un esfuerzo extra. Pero como me garantizan que voy a volver con las piernas duras y la cola parada como a los 19, le sigo dando duro pese a los dolores.

A esto habría que sumarle que me muero de frío. Siempre fui una hueca que odia la ropa de abrigo, sobre todo las camperas gordas porque calculo que todos coincidirán conmigo, son horribles. Tengo un tema personal con ellas, no nos llevamos bien. Así que nunca me compro. Y si bien una de mis amigas me prestó una, a último momento la dejé afuera del bolso para traer mi tapadito rojo hermoso que obvio, no lo puedo usar para nada acá.

Como "extra" les cuento que tampoco me gustan los gorros, los detesto con todo mi corazón, pero parece que son necesarios para subir a las montañas. Mi caprichito me valió una quemadura de primer grado en en cuero cabelludo... pero estoy satisfecha con mi bronceado, eso nadie me lo quita. Ni siquiera el dolor de cabeza y las miles de cascaritas que me salieron.

Fuera de la parte fashion, puedo decir que la paz que se logra por estos lados es increíble. Imposible no cargarse de pilas, soñar en grande, extrañar y en mi caso personal, desear que mi muchacho en cuestión estuviese acá conmigo. Como bien muchos comentaron en el post anterior, son lugares para enamorarse, para dejar volar la mente, imposible escapar a ese sentimiento.

El domingo estoy de vuelta en casa. El cambio de aire y de actitud parece que trajeron sus frutos. Como una especie de imán de la buena onda llegaron un par de propuestas de trabajo por mail y planes increíbles con el muchacho por teléfono.

Vuelvo con todo... gracias por el aguante y sus buenos deseos!

Algunas imágenes para el espanto!!

Día uno en El Bolsón... pocas veces en mi vida tuve tanto sueño!! Mis ojeras me delatan!


Día dos, arriba del Cerro Amigo, vista panorámica del Bolsón.

Tarde del día dos. Subiendo como los ancianos, bastón en mano una montaña para ver el Bosque Tallado (ya subiré fotos, es hermoso). El guía no podía creer mi deterioro a los 28 años!

El único motivo por el que accedí a tamaña aventura. Me prometieron que en el refugio de la montaña se tomaban las mejores cervezas artesanales.

La lluvía y el frío de la escalada se convirtió en nieve. Todo el esfuerzo valió la pena por ver nevar por primera vez en mi vida. La cerveza la cambié por un chocolate increíble. Desde tremendo paisaje, solo pude pensar en una persona... y lo llamé bajo la nieve.




Día 4: Parque Nacional Lago Puelo. No es la isla de Lost pero no tiene nada que envidiarle.


En una de mis meditaciones....

La misma playa vista desde arriba de la montaña...

Agotada después de trepar como un mono entre las piedras... Esta vida de "mujer de montaña" no es para mi, necesito un ascensor, un helicóptero, algo... Pero que paz se siente!

martes, 21 de octubre de 2008

Aquí la Capitana desde Lago Puelo

En pleno viaje encontré un ciber y no pude escaparme a la tentación de revisar el blog y mi casilla de correo (108 mail que por supuesto borré sin leer en detalle).

Después de pasar tres días lluviosos en El Bolsón y otro precioso en Lago Puelo, con tiempo en exceso para pensar, estoy en condiciones de afirmar que mi mente está limpia de malos pensamientos, de tristezas y frustraciones y que en su lugar hay un aluvión de amor y llamadas de larga distancia tiernas y alentadoras.

Hoy en plena montaña tuve una revelación... estoy completamente enamorada del muchacho en cuestión y quiero compartir mi vida con él.

viernes, 17 de octubre de 2008

Será un hasta luego

Cuando programé este viaje no estaba bien. Todavía dormía con la luz prendida, me despertaba a cada rato sobresaltada y muchas veces incluso lo hacía llorando. No tenía demasiadas expectativas ni energía, vivía con un nudo en el pecho. Acababa de aterrizar en la casa de mi vieja cuando mi intento de vivir sola naufragó por la falta de laburo. Por donde miraba, no le encontraba la vuelta. La angustia se había apoderado de mi. Necesitaba un cambio.

En ese momento, una amiga me ofreció viajar muy barato al sur de la Argentina, más específicamente a Lago Puelo, en la provincia de Chubut. Como las chicas están todas de novio se lo comenté a un amigo que ama viajar y justo tenía una semanita de vacaciones pendiente. Bingo. Otro de los chicos tiene canje con una empresa de micros así que conseguimos los pasajes más baratos del mundo. Todo cerraba. El viaje me ayudaría a terminar una etapa, a marcar una bisagra en un año nefasto, donde todo se puso patas para arriba de un mes al otro sin darme tregua ni tiempo para acomodarme.

El itinerario es el siguiente:

Viaje Buenos Aires- Bariloche
Dos días en el Bolsón.
Cinco en Lago Puelo
Viaje Bariloche- Buenos Aires

El momento de partir llegó, me voy en un rato. Durante meses taché en el almanaque los días que faltaban para irme pero hoy no quiero subirme al micro, es más ni siquiera armé el bolso. Si antes barajaba la posibilidad de quedarme allá unos meses a ensayar la vida de hippie ahora quiero volver lo antes posible. Acá encontré la estabilidad que buscaba y tengo quien me espera.


Antes de irme quiero despedirme de todos ustedes. Mi intención es mantenerme alejada de la compu pero seguro que extraño y postearé desde algún ciber en medio de la montaña. Espero que me banquen y pasen por este espacio que siempre fue un poco de todos. Que lo retroalimenten como de costumbre con sus comentarios, reflexiones, coqueteos y buenos deseos.




Nos leemos a la vuelta.




(Feliz día a todas las mamás biológicas y principalmente a las del corazón!!)


Para musicalizar el post un tema del más grande para alguien muy especial....


miércoles, 15 de octubre de 2008

La palabra de la abuela Kico

Como la mayoría de ustedes sabe, el viernes me voy de viaje. Tengo un millón y medio de cosas pendientes por hacer pero son más las ganas de disfrutar con el muchacho en cuestión que las de hacer el bolso, pagar cuentas, resolver asuntos pendientes, ponerme a lavar ropa y despedirme de un par que me quieren ver porque tienen miedo (o esperanzas) de que no retorne.

Entre todo lo que tenía previsto hacer hoy, estaba ir a ver a mi abuela cámara digital en mano para sacarle una foto a su cara de sorpresa cuando le dijera que ahora sí tengo novio. Así que opté por llamarla por teléfono, algo le había anticipado ayer pero no le di mucho margen para opinar, así que recién se acaba de despachar con su discurso. Como pan recién horneado, les recreo la conversación:

Capitana:
¿Qué haces nena? Tengo una noticia para darte, tengo novio. Ya es oficial, con pregunta y todo como te gusta a vos. Ya podés hablar del tema aunque me gustaría a mi poder contarlo.

Abuela Kico:
¿Te pensás que soy una chusma?

Capitana:
Sí pero no importa. ¿Estás contenta tanto que rompías que me iba a quedar sola?

Abuela Kico:
Por supueeeesto, ahora que te dure, no lo vas a empezar a sargentear.

Capitana:
No abuela

Abuela Kico:
Porque siempre te metes con chicos buenos, calladitos y los terminás cansando. Vos hablás mucho Paola. (Es de la antigua teoría que la gente conversadora o que retruca cuando algo le molesta es mala y soberbia en cambio, los zorros que especulan en silencio son buenos. ¿Se entiende que soy del bando de los malos no?)

Capitana (sin ganas de la pelea de siempre):
Quedate tranquila que no le voy a hablar mucho.

Abuela Kico:
Bueno, espero así alguno te dura. Sino vas a cambiar de novio toda la vida.

Capitana (hinchada las guindas):
¿Estás contenta si o no con la noticia que te di? ¿Viste que al final me quería?

Abuela Kico:
Sí, gloria a Dios (en tono de alabanza). Sabía que no me iba a fallar. Todas las noches le pido. Ojalá sea un muchacho bueno, que no te engañe, que quiera formar una familia, que te quiera mucho y bla bla bla

No recuerdo demasiado qué más dijo pero fija que tiró la de los hijos (¡pobre!). Puse la mente en blanco como en cada visita y me disculpé que tenía que ir a comer a la casa de una amiga para poder colgarle. Ya no pretendo cambiarla ni explicarle demasiado que busque un bisnieto por otro lado porque acá no lo va a encontrar por años ni que no creo que me vea entrar a una Iglesia vestida de blanco, sé que me va a volver loca igual con la firme esperanza de que le haga caso.

Antes de cortar escuché una invitación a cenar para el muchacho en cuestión, así que a mi vuelta le tiraré la carne a ese león hambriento y que luego el pibe la remonte como pueda y responda con hombría sus preguntas. ¿Después de todo no se hacían así antes las cosas? No tenés que pedir la mano, tenés que bancarte a mi abuela Jajaja.



Novio te aclaro, vengo con combo compañero. Somos la abuela Kico y yo, tómanos o déjanos...

Adivinaron, la Capitana tiene novio!

Si me bancaron meses enteros de bajón, catarsis desesperadas, llanto y desilusiones, hoy también tienen que ser partícipes de una gran noticia que ni yo puedo creer.

Todo empezó hace quince años, como ya conté en este post. En esa época moría de amor por él pero la diferencia de edad se encargó de poner paños fríos y jamás imaginé que el destino nos daría otra chance. Por eso, cuando hace unos meses volvimos a cruzarnos, puse pocas fichas en un futuro juntos aunque el reencuentro haya sido un flash. Juro que me volvió a latir el corazón con fuerza apenas lo vi. Las cosas no eran fáciles, el tiempo y las ganas aclararían las cosas. Y afortunadamente, así fue.

No tenía en mis planes estar bien con alguien y mucho menos tener un novio. Las cosas no habían sido muy sencillas en los últimos años, aún así nunca dejé de confiar en que merecía lo que realmente buscaba y que en algún momento llegaría mi recompensa por tanta espera, por tanto llanto, por tanto dolor. Tuve que dar un paso al costado muy grande hace un tiempo cuando no me sentía realmente feliz y eso me dolió mucho, muchísimo… pero en el fondo sabía que ahí no iba a conseguir lo que necesitaba para mi vida. Y había que seguir.

Pasé por tantas experiencias dolorosas que hoy por hoy tengo clarísimo qué cosas espero en un hombre, qué deseo, qué sueño y qué quiero proyectar, pero al mismo tiempo me aterraba encontrarlo. ¿Y si vuelvo a sufrir? ¿Estaré lo suficientemente fuerte y con energías para volver a intentarlo? ¿Me bancaré otro golpe?

No tengo respuestas reveladoras a esas preguntas pero en su lugar tengo hechos concretos y no promesas, motivo más que suficiente para ver qué pasa. Tengo parado a mi lado a un gran hombre que con pequeños actos me hace feliz todos los días y me demuestran que no estaba equivocada con mi búsqueda. Un tipo que no se asusta si le digo todo lo que lo quiero y que no se cansa de decirme que soy hermosa. Que me manda mensajes todas las mañanas, me llama para saber cómo estoy, me llena de besos y de palabras tiernas, arma planes compartidos para cada bache que le surge, me acaricia mientras miramos televisión, me cuida, me abraza fuerte cuando se lo pido y me hace doler el estómago de la risa. Me gusta que compartamos gustos similares, que nos emocionen pequeñas cosas, que seamos tan musicales y a todo le pongamos banda de sonido. Simplemente me encanta que me haga sonreír...

Entonces, ¿cómo le voy a decir que no ante tamaña pregunta?
¿Cómo no enamorarse de un tipo así? Debería estar prohibido no intentarlo!

Así las cosas, me hago cargo aunque el rótulo aún me suene raro. Sí, ¡¡tengo novio!! y para los que realmente les interese, estoy muy feliz. Con carita de boluda todo el día se podría decir más precisamente. Sorprendida, esperanzada, con energía y satisfecha por mi lucha. Si tuve que pasar lo que pasé para aprender a valorar estas pequeñas cosas, valió la pena.

Sabía que en algún lado estaba, nunca imaginé que tan cerca.

Muchacho en cuestión, te quiero un montón...




(Lo que viene en Capitana del espacio... la reacción de mi abuela Kico ante la noticia)

lunes, 13 de octubre de 2008

Elige tu propia respuesta...


Muchacho en cuestión:

¿Querés ser mi novia?

Capitana:
¿Lo puedo pensar?

Muchacho en cuestión:
¡Dale!



Adivinen qué le contesté cinco segundos después...

jueves, 9 de octubre de 2008

¿Cómo que no es tu novio?

No es lo que se imaginan. Aún no me puse de novia, pero al parecer para muchas personas es importante rotular las relaciones y no pueden incorporar un vínculo sin título.

- Si salís con un tipo un mes y hablás todos los días por teléfono, no es un chongo, es tu novio.
- Si tenés un novio durante años y no convivieron, fue un noviecito sin importancia.
- Si vivís con un tipo pero no te casaste no es tu marido ni tu pareja, sos tan sólo su novia.

NO a esas afirmaciones.

Se preguntarán qué me pasó que troné de este modo y les voy a explicar mis razones. Hoy fui a la casa de mi abuela, de quién ya hablé en profundidad en este post. Muy bien, para los vagos que no quieren leer, les contaré que es un ser muy especial, que todas las noches reza para que milagrosamente un novio me caiga del cielo y por poco me pincha los forros para ver un bisnieto antes de su planeada muerte (lo siento abuela, además tomo anticonceptivos, leru leru).

En mi visita de hoy le amplié un poco más sobre mi relación con el muchacho en cuestión. Quiero que esté contenta y no piense que soy un fracaso como mujer, así que le conté que estoy muy feliz, que me siento contenida, que nos vemos cada vez que podemos y que hablamos muchas veces por día. Una abuela normal se quedaría con eso pero la mía no... pone primera y siempre se manda una de más. Pasen y lean:

Abuela Kico:
Qué suerte Paolina que hayas encontrado a un chico así. Parece que Dios me escuchó ¿no?

Capitana:
(aclaro, no soy creyente y lo sabe perfectamente)

Sí abuela, debe ser eso.

Abuela Kico:
Bueno pero si es tu novio lo quiero conocer, decile que venga a cenar ahora.

Capitana:
No es mi novio

Abuela Kico:
¿Quéeee, cómo que no es tu novio?

Capitana:
No tenemos un nombre abuela, pero si te interesa saber me hace sentir muy feliz...
Somos cuasi novios, ¿te gusta así?

Abuela Kico:
¡Qué rara que sos Paola!... Por qué no haces como Gabi (mi amiga Pelu), que conoció a un muchacho, al poco tiempo vive con él y se la ve tan contenta. Es taaaan buen chico (aclaro, casi ni lo conoce y no sé si llegó a hablar con él)

Capitana:
.........

Abuela Kico:
No sé cómo podés vivir así, todo por la mitad y ya te digo que si ese chico no es tu novio es porque no te debe querer mucho.

Capitana:
Si, debe ser eso.

Y cambié de tema... Creo que hablé del programa de Rial y cambió la onda.

No crean que esto es una apretada para muchacho en cuestión porque ya le conté de la charla con mi abuela y se mató de risa. Quise subir éste diálogo porque me quedé reflexionando sobre este fenómeno de ponerle nombre a las cosas y mucho de eso tiene que ver con el entorno, con el qué dirán....

Durante seis años estuve de novia y esperé que quiera vivir conmigo y me proponga ser su esposa. Nada de eso sucedió y para los ojos del resto, fue sólo un noviecito porque no se avanzó ni un paso... y esa frustación me la transmitieron a mi (vaya que sí)... ¿y en definitiva, ellos qué saben cómo fue de intenso nuestro vínculo, o acaso tiene menos importancia nuestro amor porque nunca me regaló el anillo que yo tanto le pedía? Me niego a pensar así!

Ahora estoy con alguien en una relación increíble. Distinta al resto. Por primera vez en mi vida intento no hacer reclamos fuera de lugar ni escenas de celos, me muestro tal cual soy y aplico la comprensión ante los momentos de duda (che, me desconozco). Siento que del otro lado pasa lo mismo y nos sobra voluntad para hacer que esto realmente funcione... Entonces si seguimos la lógica de mi abuela y compañía, ¿nada de esto es válido porque nuestra relación no tiene un nombre? Otra vez me niego a creerlo...

No me considero muy modernosa ni abierta a las relaciones raras, soy más bien convencional para estas cosas pero ahora me siento desorientada. ¿Ustedes qué opinan?



Aprovecho para agradecer... Desde que puse el contador, hace casi dos meses, llegamos a las 10 mil visitas!! GRACIAS infinitas a todos los que me visitan a diario, me hace muy feliz saber que están ahí para bancarse mis alegrías y sobre todo, mis bajones!!

martes, 7 de octubre de 2008

La importancia de pedir disculpas

En un comentario del post anterior, Pablo me pregunta si alguna vez le pedí perdón a novio uno por todas las “travesuras” que hice durante nuestros cinco años juntos. Por mucho tiempo, creí que no era necesario. Justificaba mis actos afirmando: “era una pendeja (salimos desde los 14 a los 19), era el momento para joder, ¿sino cuándo?” y no escuchaba a aquellos que me decían, “no podés ser tan mala y ni siquiera sentir culpa, a él le duele. Todo vuelve en esta vida”… ¡Qué boludez!…


Diciembre de 2007

Pasaron ocho años desde que lo abandoné para seguir de joda sin importarme las veces que me suplicó una reconciliación, una nueva oportunidad, una chance más. Fui ajena a sus lágrimas, a su orgullo dañado, a las miles de cartas que me escribió, a los años que lo siguió intentando. Pero algo cambió.


Yo estaba pasando un muy mal momento por la misma razón de siempre, mi maldita obsesión por convertir a mi ex novio en el hombre que necesitaba. Lloraba, insistía y le buscaba la vuelta, pero él ya estaba en otra. Mi autoestima se derrumbaba y empecé terapia. A medida que fueron corriendo las sesiones, descubrí dentro de mi dolor que en el repaso de mis antiguos amores algo me hacía ruido.


Viernes a la noche. Asado en la casa de uno de mis amigos. Alcohol en sangre: muchísimo. Novio uno (que ya tiene dos hijos y vive en pareja) no sale nunca pero ese día se acercó a probar el matambrito de cerdo. Se casa en una semana con la novia que consiguió al tiempo de cortar conmigo. Algo me inquieta, aún no sé qué es. Pueden ser celos de gataflora, pero no creo, no me mueve un pelo hace años.


Más alcohol. Partimos para un bar, le pido que me acompañe a un kiosco y me insiste en que nos sentemos a charlar los dos solos. Hace años que no hablamos tranquilos. Nos tiramos en la vereda. Los primeros minutos fueron de silencio absoluto, no sé de qué me quiere hablar pero le doy espacio para que arranque. Pasan diez minutos, demasiado silencio para mi gusto, mejor rompo el hielo.


Yo también quería hablarte hace mucho pero no sabía bien que tenía para decirte y creo que ahora lo sé. Quiero pedirte disculpas, ahora entiendo tus lágrimas que millones de veces minimicé, tu angustia y tu insistencia, que por momentos me pareció odiosa. Fui mala, sos la persona que más me amó en toda mi vida y te lo pagué de la peor manera”…. Me interrumpe poniéndome la mano en la boca, moviendo la cabeza, negando mis frases:


“Me caso en una semana, lo sabés. Pero lo que no tenés idea es que muchas noches sueño con vos, aún durmiendo con mi mujer. Imagino cómo hubiera sido la vida juntos, cómo nos estaríamos riendo todo el día y sobre todo pienso qué buena madre serías si mis hijos fueran tus hijos, hubiéramos sido una linda familia. Si me hubiera quedado resentimiento no me pasaría nada de esto”.


Piedrazo a la cabeza directo. Llanto de los dos, por primera vez me quedé muda, no sabía qué decir. Repasé mi vida mentalmente en un segundo, estimo que fue un reflejo similar a los últimos instantes antes de un accidente o de la muerte misma. Miles de imágenes. Me vi parada al lado de un tipo que siempre hizo todo para hacerme feliz y no supe valorarlo. El destino lo había recompensado y a mi me sacaba todo a diario.


Siento que aún te… Nada, dejá. (Insisto para que siga). Qué te quise mucho, que sos el amor de mi vida y a nadie amé tanto. Qué si me dieras una señal no me…. Nada, dejá” y se descompuso, le bajó la presión. Lo llevé como pude al bar donde estaban los chicos y de ahí, directo a su casa.


Me quedé pensando en la mejor forma de pagarle por su aguante y su cariño incondicional y decidí no molestarlo. Ni siquiera fui a saludarlo al civil. Y me sentí mejor, era eso lo que necesitaba, pedir disculpas, cerrar el círculo, liberarlo a él y sacarme la mochila de la culpa de una buena vez. Aunque hayan pasado tantos años, valió la pena. Y a la semana el psicólogo me dió el alta.


¿Y ustedes, sienten que aún le tienen que pedir perdón a alguien o ya pudieron hacerlo?

Les juro que es un acto liberador, inténtenlo en sus casas.

domingo, 5 de octubre de 2008

La primera vez

Tarde para casi todo. Tuve mi primera relación sexual un mes antes de cumplir los 19. Para algunos, chica… para la gran mayoría, una grandota pelotuda. Sobre todo si tenemos en cuenta que fui la última de mi grupo de amigas y que fue con mi novio de toda la adolescencia (con miles de intermitencias y noviecitos en el medio, salimos algo así como cinco años).


Mi forma de ser, bastante histérica y charlatana (sí, de esas que se denominan pura espuma) no tenía demasiada relación con mi condición de virgen. Cuando conocíamos un nuevo grupo de chicos y salía el tema, después de arengar a todo tipo de fiestas locas y de revolear el culo de un lado al otro, venía el momento de sincerarme: "nunca estuve con nadie”. Nadie me creía. La tenía tan clara en teoría y me hacía tanto la pilla que parecía una experimentada en el asunto pero lo cierto es que si un chico al que me chapaba me tocaba de más, le estampaba un bife y quizás hasta me ponía a llorar… ¡una tarada!


Novio uno, la persona más paciente que conocí en mi vida, se la bancó como un duque. Invirtió años en esta relación (claramente, él me quería mucho más que yo a él), cumplió los consejos de su padre (un experimentado latin lover), se bancó las cargadas de nuestros amigos y compañeros de la escuela y sobre todo, aguantó estoico los dolores de bolas que ésta histérica le provocaba. Pero la espera tuvo su recompensa, a medias pero la tuvo.


San Bernardo 1999. Primeras vacaciones con mis amigas, descontrol absoluto que se escondía debajo de la alfombra cuando alguno de nuestros chicos nos venía a visitar. Novio uno veraneaba con los pibes en Santa Teresita y pasaba a marcar tarjeta seguido. Demasiado para mi gusto, ya había fichado a uno de los chicos del piso de arriba, qué oh casualidad, eran seis como nosotras (al segundo día, tácitamente, se armaron las parejitas que luego se concretarían).


Yo tenía pánico de quedarme a solas con novio uno porque ya estaba medianamente hablado que a su espera no le quedaba mucho margen. Rápido de reflejos, me invitó a pasar un finde con él a su casa. Me vino a buscar, me armó la mochila y me llevó de un brazo a tomar el colectivo Plaza. Los chicos eran mis compañeros de la escuela y varios de ellos, mis actuales amigos así que lo pasé increíble. A la madrugada, ellos salieron y no me dejaron acompañarlos, descubrí el truco, tenía los minutos contados.


Vinieron los besos, la arrastrada a la habitación, el chamuyo para convencerme y cuando empezó todo se escuchan ruidos en el patio. Llovía a cántaros, él le echaba la culpa al perro e insistía en seguir, pero algo pasaba. Abre la puerta y eran los chicos que por el clima no podían dar muchas vueltas más… y yo en bolas en el cuarto. No sé cómo me cambié en un segundo, salí con los ojos llenos de lágrimas y me senté como una lady en el comedor bajo la mirada indagadora de esos desgraciados.


Lloré toda la noche, no tenía consuelo. Había soñado con ese momento por años pero me lo imaginaba de otro modo. Con una cena, velitas, masajes, buena música y mucho tiempo para relajarme. Nada de eso se cumplió (y ahora que lo pienso, jamás lo tuve) y en su lugar fue todo apuro, nervios mal manejados y pésima elección del escenario. Al otro día, me volví sola a San Bernardo, no lo hablé con ninguna de mis amigas y me lo guardé por unas semanas. Esa misma noche me di unos besos con el vecinito de arriba que me gustaba.


Por supuesto que a la vuelta a Buenos Aires, novio uno quiso reivindicarse. Esta vez fue en su casa y entró la madre… suerte que llegó a taparme con una frazada y Marta no me vio, o se hizo la boluda. Fue la última chance que tuvo, a la semana le di salida. Y al tiempo tuvo que bancarse en los cumpleaños y reuniones mis relatos de telo con novio dos. Pobre, le estallaba la vena.


Aún nos vemos y nos queremos mucho, fuimos grandes compañeros y yo por suerte, cambié muchísimo. No sólo en el manejo de los tiempos sino también en mis actos, era la novia más mala del mundo y lo peor de todo, es que no sentía culpa. Pésimo recuerdo de mi primera vez aunque me alegra que haya sido con él, no sé si algún hombre me quiso más.


¿Ustedes aún recuerdan su primera vez, dónde y cómo fue?


Espero que se animen y la cuenten…

jueves, 2 de octubre de 2008

Una humilde declaración de amor...

Este post es para los que me preguntaron cómo van mis cosas en el ámbito sentimental. Les cuento. Ayer hablaba por msn con el muchacho en cuestión (o retro-toy; cuasi novio; el hombre; el ex kiosquero, el profe o como lo quieran llamar) y se dio una conversación muy particular. De esas que no se deberían tener por chat pero que quizás se dan por eso mismo... porque aún nos causa pudor hablarlo personalmente. O porque ninguno de los dos quiere quedar expuesto.


Muchacho en cuestión:
Estuve leyendo tu blog, me encantó el último post (por "Qué vuelva el romance"). Muchas de esas cosas que querés para tu vida, ya las tenemos juntos, ¿te diste cuenta?.

Capitana:
Sí, es increíblemente cierto. Me pone feliz.

Muchacho en cuestión:
Me gustaron los comentarios y tus respuestas, hay un par en las que hablás de nosotros... y eso que pusiste, que no tenes quien te ame...

Capitana:

........

Muchacho en cuestión:
Por ahora vamos por la etapa del te quiero... pero sabés que no es un te quiero común.... es un te quiero súper.

Capitana:
¡¡A mi me pasa lo mismo!!

Muchacho en cuestión:
Decir te amo es muy heavy

Capitana (en versión fóbica):
Ufffff

Muchacho en cuestión:
Creo que puedo llegar a amarte sin decírtelo.

Capitana (como buena gataflora):
¿Y qué, no me lo dirías nunca si te llegara a pasar?

Muchacho en cuestión:
Nunca es mucho tiempo... Te dejo... Un beso.

Y se desconectó... Así nomás después de esa bomba se fue. En fin, a partir de esta charla, muchas sensaciones. Ya saben a esta altura que para mi, todo es motivo de (auto) análisis. Así que me quedé pensando (aunque intento apagar la cabeza... imposible, no mujeres?) y me surgieron algunos interrogantes.

¿Se dará cuenta el gran salto que significa para mi todo esto?; ¿Sabrá que es lo primero en lo que pienso todas las mañanas, aún cuando me atormentan sueños cargados de angustia?; ¿Le demostraré a diario mi sentimiento, o mis temores y fantasmas logran imponerse y convertirme en una barrera de hielo?; ¿Imaginará mi felicidad cuando me llega un mensaje suyo y simplemente dice un "tengo muchas ganas de verte"?; ¿Verá que me aferro a las cosas que nos unen y no a aquellas que nos separan, aunque me duelan muchísimo?; ¿Sospechará que voy por la calle con carita de tonta cuando me llama?

Este es mi presente, impensado hace unos meses atrás y por demás alentador. El sentimiento va creciendo y por lo visto, en paralelo, que es lo que me deja más tranquila y me da seguridad. Da terror volver a apostar después de un gran golpazo pero estoy convencida que la situación lo amerita... no me queda otra que relajarme y disfrutar, algún día me toca bajar la guardia y dejarme querer como lo merezco.



Para musicalizar el momento, un hermoso tema de la banda uruguaya No te va gustar que siempre me emociona.... Y sí amigos, soy cursi y me la banco!