Siempre del bando perdedor...

Desde chica me lamenté por no haber nacido hombre. Es un deseo de toda la vida y no es arbitrario: los varones tienen más beneficios. ¿No me creen?

Paso a detallar las diferencias:

- Calor, mucho calor en la cuidad. Mientras nosotras no soportamos la ropa; ellos se pasean en cuero por la calle. Ahora me parece espantoso ver un tipo sin remera caminando o sentado a la mesa, pero cuando era chica, envidiaba profundamente a todos mis amigos.

- Tenés más de 30 años, te asentás con una pareja, al momento de hablar del pasado de cada uno: si es mujer y tuvo muchos novios o carga con mucha noche encima, es una reventada, suerte que enganchó a alguien que la rescate de esa vergüenza; en cambio ellos son los solteros más codiciados, los capos que las vivieron todas y qué lástima, los atraparon, porque tenían cuerda para rato.

- Una pareja se separa por un caso de infidelidad. Si es ella quién traiciona, es una puta, ¿cómo le va a hacer una cosa así al novio/marido con la cara de bueno que tiene (aunque sea un flor de turro y todos lo sepan), no vé que lo dejó destruido? Sin piedad será despedazada y él se convertirá en el pobre mártir. En cambio si el infiel es él, se viene el clásico: ¡Y claro, la mina lo volvió loco, ¿no viste cómo le rompía las pelotas? Se lo tiene merecido.

- Entrando en un tema más serio e injusto: el hombre gay está de moda, es un tipo culto, con buen gusto, que brilla en su trabajo y al que todos (mayormente las mujeres) adoran. La mina lesbiana es rechazada incluso por sus pares.

- Se produce una pelea o discusión con alguien. Si la mina se agarra a piñas apesta, es una grasa y será señalada de por vida, así que mejor guardar las formas (o no, y hacer chorrear chocolate de una nariz como alguna vez hice y ahora me encantaría poder hacer). Si lo hace el flaco: qué huevos, no se come una.

- Ni hablar del dolor de ovarios, del período menstrual, de los miedos de la primera vez, de los partos y de tantas otras cosas que ellos ni se enteran... Pero lo peor de todo:

- Estás en pareja, el amor te relaja y ya no te cuidás tanto. Vos sos una gorda abandonada, hasta es probable que te tilden de sucia y cerda, claro, ya enganchó no le importa nada más; ellos en cambio son adorables, se entregaron al amor y tienen una perra que los engorda para que ninguna mina los mire. La pancita para la mujer es el fin de todo, en ellos hasta se ve encantadora.

En fin, saquen sus propias conclusiones: ¡yo quiero convertirme en hombre ya!


En agosto se viene el tercer concurso de tatuajes, ¡váyanse sacando fotos!