Si hubiera un medidor de la felicidad creo que lo hago estallar. El panorama no puede ser más alentador, nuestro primer viaje juntos con muchacho va saliendo según lo planeado e incluso mejor: no tiene señal en su celular, así que lo tengo sólo para mi por unos días.
Llegamos el jueves a la mañana luego de un viaje en barco lindo, nuevo para mi, pero agotador. Suerte que la pastilla que me tomé antes de subir me relajo y me ayudó a dormir unas horitas, sino me tiraba a nado al Río de la Plata. Mi dios, cómo se mueve esa porquería...
El paisaje de La Paloma es muy lindo pero sobre tranquilo, tal cual lo imaginábamos. Las playas son inmensas, ya no se ve mucha gente, no hay que hacer cola para sentarse a comer como en el resto de los balnearios turísticos y el agua cálida y cristalina es otra novedad para los que acostumbramos a veranear en la costa atlántica argentina... hoy me veía los pies y no lo podía creer (sí, soy pobre, jamás fui ni a Brasil ni al Caribe ni me subí un avión, no me discriminen y me hagan la clásica pregunta que odio: ¿Nunca viajaste en avión?... NOOOOO)
Pero volvamos a donde estábamos. Les contaba que ando feliz, con una sonrisa tonta todo el día, caminando abrazados por todos lados, tomando sol, comiendo como cerdos y descrubriendo lugares increìbles. Ya con tiempo, a mi regreso, subirè fotos para que vean que no miento pero antes de irme, una perlita... la primera espero de muchas màs.
Recepcionista del hotel: (A muchacho) Nombre y direcciòn por favor...
Muchacho: Bla bla bla
Recepcionista del hotel: (A mi) Nombre y dirección.
Capitana: Paola ...
Muchacho: En la misma casa.
Capitana: ...... (sinónimo de: me quedé muda)
Ya afuera del hotel, caminando rumbo a la playa:
Capitana: Pero si no vivimos juntos...
Muchacho: Bueno ¿casi no?
Amo a este hombre, definitivamente... y qué feliz que me hace todo los días....
Que sí, que no. Que esta semana, que la que viene...
Basta de conjeturas, de sueños frustrados, de desilusiones, de trámites bancarios molestos que demoran el descanso y la felicidad. Ayer fuimos a Buquebus con muchacho, sacamos dos pasajes y corrimos a organizar nuestras vidas para que nada se derrumbe durante una semana de ausencia. A lavar ropa, planchar, conseguir una guardería para el perro, mandar mails informando del escape, elegir un libro, cargar música al mp3 y a olvidarse del mundo. A cortar ese 2008 tan difícil y con tantos cambios para los dos. A volver renovados.
En unas horas partimos a Uruguay, más precisamente a las playas de La Paloma. Estamos súper entusiasmados, lo necesitamos y además para el que no se percató, son nuestras primeras vacaciones juntos. El lugar es bien romántico por lo que nos contaron y sobre todo, bastante tranquilo, lo que ayudará a encontrar la paz que buscamos.
A la vuelta el detalle de nuestra estadía, fotos (no esperen porno, ahora Bebu también lee el blog) y alguna anécdota que estimo me traeré en la mochila como a cada lugar que voy. Me encanta viajar, lo hago cada vez que puedo y me gusta mucho más hacerlo en buena compañía.
Nos vamos en nuestro mejor momento. Súper afianzados como pareja, unidos a morir contra el afuera y con millones de proyectos hermosos... espero que a la distancia se terminen de fortalecer y vayan tomando color.
Para los que no conocen, aquí les dejo algunas imágenes del lugar tomadas por el amigo Ojo
(Ojo, ¿el de la sombra sos vos? JIjijijii)
Quiero disfrutar este atardecer ya...
Amigos uruguayos, en unas horas estamos por ahí...
Y el tema que, desde hace algún tiempo y por sugerencia de mi amigo Martín, escucho cada vez que huyo de la ciudad, como una especie de cábala...
Los dejo, espero encontrarlos a la vuelta y como diría la gran Chiqui Legrand: "No me llamen, no voy a estar"
Cuando me enteré que iba a tener otro hermanito, el tercero y por suerte el último, chillé como una niña. No era justo, tenía casi 18 años, mis viejos estaban más para ser abuelos que padres y la verdad, no tenía paciencia para bancarme un nuevo bebé en mi casa con todo lo que eso implica: llantos, pañales, caprichos, desorden y pocas horas de sueño nocturno.
Pero cuando nació lo amé al instante... me preocupé siempre que no le falte nada, fui su payaso (y aún lo soy, como ya conté salí elegida la hermana más divertida de todas en una encuesta casera) y sobre todo lo moldié a mi gusto. Es un verdadero clon. Lo llevé a recitales para que aprenda sobre rock, le grabé discos con temas que una persona piola debe conocer, le inspiré confianza para que me cuente sus cosas y le di las herramientas para que todo lo descubra en casa. Realmente soñaba con un hermanito bien pro, a la vanguardia, distinto, de esos que el resto de la humanidad no comprenden porque está más allá...
Creí que lo había logrado y me relajé, me dormí en los laureles un par de años hasta que un día le volví a prestar atención y se había convertido en esto:
¿Alguien me puede decir en qué fallé? Mi hermano de casi once años es flogger!
O Cómo muchacho en cuestión ganó por goleada y a domicilio.
Ayer a la noche planeamos cenar en la casa de mi abuela Kico pero como ya la conocemos acordamos que primero iría yo sola para tantear el terreno y si estaba en un día tranquilo, él se sumaba luego. No iba a ser cosa que lleguemos y nos eche a los dos porque no le gustaba la hora de la visita o algo que llevábamos puesto.
Caí sola bajo la lluvía, con frío y me recibió bien. Al rato se suma muchacho con una entrada triunfal, dejando atrás el incidente de la vez pasada y con una sorpresa en una de sus manos.
Muchacho: (Haciéndose el galán mientras saludaba) Antes que nada les traje un regalito...
Abuela Kico: Ayyy, los medallones de menta y chocolate. Si los habré comido cuando era joven y hace cuánto que no los veia. Gracias, ¡qué sorpresa!
Punto adentro al minuto de juego. Pedimos una pizza y mientras la esperamos se conversa:
Muchacho: ¿Te contó Paola que ahora vamos a empezar a ver casas?
Abuela Kico: ¿Cómo casas?
Muchacho: Sí, una casa grande con jardín para el perro; una habitación para la nena; otra para nosotros.
Abuela Kico: Nooo, no me dijo nada.
Muchacho: Pero no para mudarnos ahora eh, dentro de unos meses. ¿Te parece bien?
Abuela Kico: Sí, a mi no me importa eso del casamiento, ya estoy moderna, si todas las parejas que se casan se separan a los dos meses. Ya entiendo que es así, todos se juntan ahora.
Capitana: No lo puedo creer, con lo que jodiste para que me case, ¿ahora no te importa? ¿Nos das la bendición así nomás? (queriéndome hacer la graciosa sin prever lo que venia)
Abuela Kico: Noooo, lo que sí me encantaría tener es un bisnietito.
Capitana: Ah no sé, eso hablalo con él (pateando a muchacho por debajo de la mesa, buscando cómplice)
Muchacho: ¿Qué te gustaría que tengamos?
Abuela Kico: Ayy una nenita, me muero. Y el padre también tiene ganas de ser abuelo eh, lo dice siempre.
Capitana: A mi jamás me dijo nada mi papá.
Abuela Kico: Si, quiere Paola.
Capitana: (Con cara de canchera porque sé que le molesta) Van a tener que esperar. Ni en pedo me deformo el cuerpo, nací para otra cosa abuela.
Abuela Kico: Vas a cumplir 29 años, ya es hora que sientes cabeza, no puede ser. ¿Querés ser adolescente toda la vida? No, tenés que aprender a hacer cosas de la casa, cocinarle a este pobre chico (muchacho, decí que te cocino cada vez más seguido!... no, se hace el otro y se divierte con la situación). Tenés que ser una buena ama de casa.
Y ahí nomás comenzaron a planear mi futuro inmediato: qué tengo que cocinarle las próximas semanas; qué debería aprender a hacer; qué postres son los preferidos de él y qué recetas para pasarme tiene ella; bla bla bla. Muchacho se la metió definitivamente en el bolsillo, le ofreció lo que no le dió otro y ella estaba feliz, mostraba los dientes en una sonrisa inmensa que hace tiempo no le veía.
Y yo, como espectadora de semejante situación, por primera vez me emocioné, me dió una puntadita en el pecho pero de las lindas. Es raro después de haber pasado tanto encontrar la calma, poder descansar sobre el hombro del otro, sentirse acompañado y poder proyectar tan naturalmente, sin presiones y con tiempos reales.
Antes de irnos, para no fallar a su costumbre:
Abuela Kico: ¿Igual más adelante se pueden casar no? Conviven un tiempo, ven cómo se llevan. Por lo menos hacen una reunión, algo.
Estoy cansada de sus reclamos y sus presiones... que le queda poco tiempo, que no se quiere morir sin verme vestida de blanco, que se preparó toda la vida para ese momento, que cómo le hago esto a ella. ¡Es agotador lidiar con tanto!
Muchacho:
Hagamos una cosa, para darle el gusto a tu abuela, cumplirle el sueño y que no joda más te pregunto... ¿Te querés casar conmigo?
Su pregunta resonó con fuerza. Me desperté con miedo, miré para los costados buscándolo para darle una respuesta pero no estaba. Fue un sonido tan real que lo llamé por su nombre pero seguía sin aparecer. Me quedé con ganas de abrazarlo, de darle un beso larguísimo, de decirle lo mucho que lo quiero, lo importante que es en mi vida y que no necesito más tiempo: es la persona que elijo para siempre...
Un sueño raro, sin dudas.
Perdón a todos aquellos que se ilusionaron, me hacen sentir tan mal. Son unos tiernos pero no me puedo casar sólo para darle el gusto a mi abuela, tan loca no estoy... bueno un poco sí pero muchacho en cuestión no lo está. No creo que entre jamás a una Iglesia vestida de blanco (salvo para algún bautismo o comunión con asistencia obligatoria) así que les canjeo la fiesta de casamiento por una invitación a mi cumpleaños número 30 el año próximo... ¿qué les parece?
Estoy cansada de sus reclamos y sus presiones... que le queda poco tiempo, que no se quiere morir sin verme vestida de blanco, que se preparó toda la vida para ese momento, que cómo le hago esto a ella. ¡Es agotador lidiar con tanto!
Muchacho:
Hagamos una cosa, para darle el gusto a tu abuela, cumplirle el sueño y que no joda más te pregunto... ¿Te querés casar conmigo?
Antes se quejaban que era una antisocial y ahora que utilizo todos los métodos de comunicación que están a mi alcance para saber de ustedes, me veo en la obligación de hacerles algunos pedidos por el bien de mi salud mental y física. Repasemos...
No me escriban más mensajes o mails con las siguientes palabras:
- Te kiero muto... - Me yamas? - Zoi yo! - Yegue, aka toy! - Y todos sus derivados... no tenemos más tres años ni somos flogger. Escribamos con propiedad. Entiendo que quieran resumir letras para gastar menos crédito pero ¿qué diferencia hay entre aka-acá? El mal gusto y no mucho más... Lean un libro, posta, me lastiman.
No me manden más las siguientes invitaciones a mi cuenta de Facebook:
- Si fueras un zapato, ¿cuál serías? (chicos, media pila. No voy a contestar un cuestionario de cien preguntas para ver si doy el perfil de taco alto o plataformas acharoladas. Soy un ser humano aunque no lo puedan creer) - ¿Quieres ser mi aliado en Guerra de Pandillas? (No sé ni de qué me hablan) - Pirulito te ofrece un mate (¿un mate?... vengan a tomarlo a casa vagos, la que faltaba) - Porota quiere ser tu mejor amiga, ¿la aceptas? (terminé la escuela primaria hace ¡¡17 años!!, ya no tengo mejor amiga... gracias que aún un par me prestan atención) - Haz un test para saber si sos inteligente (no hace falta que haga nada, se los digo ahora: no soy inteligente, carezco de maña, no sé resolver problemas matemáticos ni adivinanzas. Ah soy periodista y no sé armar metáforas ni se me ocurren títulos ocurrentes. Sí, les dije que no era inteligente) - Dejen de preguntarme ¿cómo hago para que mi perro de FB tenga tantas monedas y electrodomésticos caros pero casi nada de puntos porque nunca juego con él y lo dejo llenarse de pulgas. (Tengo una amiga que anda metida en algo raro, para mi que lava dinero y necesita testaferros. Entonces se hace la generosa y me regala cosas caras que yo luego las vendo y canjeo por excentricidades, ésa es la explicación) - No me manden más pedidos de calendarios (no sé cómo se resuelve eso, siempre me alertan sobre virus cuando quiero contestarles: cumplo el 18 de marzo y amo los regalos)
Ah y por favor, no me digan más: - ¿Me borraste del msn mala que nunca te veo?... No me conecto casi nunca, ahora me drogo con FB, ¡¡¡no borré a nadie!!! (Pero si me seguís preguntando te voy a borrar de verdad)
Por ahora esto, ya están advertidos. Es un pedido desesperado, cada uno de estos mensajes es una daga asesina en mi vientre y si siguen con esta postura lo van a lograr: me voy a tener que ir vivir a una isla desierta donde aún se comuniquen con lenguaje de señas para evitarme una úlcera sangrante.
Y a ustedes, ¿hay palabras o nuevas modas que no entienden o les molestan muchísimo?
Hoy es viernes trece y como no pienso casarme ni embarcarme, le voy a dedicar el post al gran amor que me alegra mis días. Ayer me dio un motivo más para amarlo, me cambió el humor del día y logró lo imposible: sorprenderme. Los que me conocen saben que no es tarea fácil, vivo alerta a las señales, al error ajeno y zas, descubro lo que venían gestando en un santiamén. Pero muchacho pudo...
Yo venía de una mañana difícil. Luego de dos días en cama engripada y con fiebre, tenía una entrevista de trabajo muy prometedora dentro del rubro periodístico, así que me desperté temprano, me tiré diez kilos de revoque en la cara, le robé un lindo vestidito negro a mi hermana y me lancé a la tarea de conquistar el mundo. Acción que duró dos segundos, la reunión era sólo para conocerme porque fui recomendada por un amigo, por ahora no buscan a nadie... "te tendremos en cuenta para el primer bache que se nos presente, bla bla bla". Quizás llamen mañana, tal vez no lo hagan nunca... Sólo el que alguna vez buscó trabajo sabe lo frustrantes que son estos momentos, las ilusiones se te caen al piso, te haces planteos de todo tipo... es duro.
Decidí quedarme unas horas más en el centro y esperar a muchacho que tenia unos trámites pendientes para almorzar y luego volvernos juntos. Estaba realmente triste pero no es nada que un Mc Royal no pueda remediar. En pleno almuerzo, muchacho me cuenta que había leído el post anterior y que sabía que, aunque reniego de todas esas fechas, en el fondo espero una sorpresa o un gesto de su parte.
Muchacho: No lo vas a recibir, ya sabés que no le doy bola a esas cosas. Ni mi cumpleaños me interesa festejar, así que no cuentes conmigo.
Capitana: No espero nada.
Muchacho: Igual das un mensaje muy ambiguo.
Capitana: Yo soy ambigua y para todo. Lo mismo me pasa con el casamiento y los hijos, digo que no quiero nada pero creo que en el fondo quiero todo. Hay algo adentro mio que no me lo permite aceptar.
Terminamos de comer y me pide que lo acompañe al Luna Park a sacar unas entradas para un amigo para la banda uruguaya No te va gustar. Me parecía raro, no es la onda del pibe pero como es recitalero, pasó. Por mi parte, es uno de mis grupos preferidos y por una cosa u otra nunca los pude ver en vivo... y él sabe que me muero por ir.
Muchacho: (al vendedor) Dos entradas... ah dale fila 2 para el 24 de abril.
Capitana:
¿Fila 2? ¿Qué se hace el fanático y desde cuándo le gusta tanto como para sacar la entrada más cara?
Muchacho: Me pidió esta ubicación, qué se yo. Le debe gustar mucho...
Capitana: (Destilando más envidia) Cualquiera. No puedo creer que vaya a la fila 2, ¡qué injusto!
Muchacho: Tomá guardalas vos.
Capitana: ¿Para qué?, tenelas y se las das cuando lo veas...
Muchacho: Tenelas vos y se las devolvés el 25 de abril. Disfrutá del show y feliz día de los enamorados... no esperes nada el sábado porque no creo en eso así que te doy un regalo hoy porque te amo.
Acá están las lindas...
¿Ahora entienden por qué lo quiero tanto?
Lo voy a subir una y mil veces a este tema porque es uno de los más bellos que existen en el mundo entero y porque calza perfecto, refleja todos mis sentimientos por muchacho...
Seguimos con la campaña anti San Valentín desde acá y desde Matemos a los ex. Sumate, que ningún momento rosa te confunda...
No hay caso, estamos recién en febrero y debe ser el tercer o cuarto post del año con deseos asesinos. O algo anda mal en mi y debo volver a terapia o el resto conspira para sacarme de las casillas, no sé con qué opción quedarme. Pero si la primera premisa es la correcta, ésta vez estoy justificada.
Se acerca una de las fechas que más detesto del calendario (tanto como la Navidad). En unos días es San Valentín, el día de los enamorados o como corno lo quieran llamar, esa pantomima comercial que nos obliga a amarnos más que nunca, a comprometernos, a hacernos promesas de amor eterno que se rompen con amantes al día siguiente, a pagar el doble por una cena en cualquier restaurante, a pensar en gestos para sorprender al otro, a comprar un regalo... qué mal me pone por favor (lo de los regalos no me pone mal, muchacho me encanta recibirlos todos los días del año, no discrimino fechas).
Sigo... Nunca jamás festejé el 14 de febrero como una fecha especial, tal vez todo surge de aquí y soy una resentida que se pierde de un día fenomenal. Lo más parecido a un festejo en toda mi vida fue hace unos tres o cuatro años, una cena romántica en un barco que zarpó de Puerto Madero bajo la luz de una luna preciosa... un escenario soñado para cualquiera menos para mi. La invitación me llegó a la redacción de la revista, iba a estar lleno de periodistas y como no tenía con quien ir llamé a mi ex (que en ese momento también era ex desde hacia unos poquitos días) para que me acompañe. Un momento preciosísimo, el tiempo se detuvo por dos horas, pero una vez en tierra todo volvió a la cruel realidad y cada uno a su casa llorando.
Es mi único recuerdo de "festejo" y ya ven con qué poco me conformo: una cena gratis, un barquito que apenas se movió de la orilla y un tipo que llegó tironeado advirtiendo que esa cena no modificaba en nada su decisión, una perdedora importante con un nuevo cachetazo al ego. No tengo otros recuerdos "lindos" pero sí muchos bizarros. Otro San Valentín que también estaba en un break con la misma persona decidí salir con mi amiga Daniela para despejarnos un rato. Qué mala elección, terminamos en el cine viendo una película malísima huyendo de las parejas melosas. A donde mirábamos ahí estaban, hombres caminando solos con ramos de flores listos para hacer feliz a alguien que no éramos nosotras; encuentros a puro beso; parejas de la mano por doquier... terminamos con resaca de pochoclos en un ciber chateando con nuestros ex llorando a moco tendido y rogando por un encuentro improvisado. Terminamos durmiendo las dos en casa, con los ojos hinchados de tanta lágrima.
De más chica un noviecito me dejó un 14 de febrero. De más grande, novio dos (el fucking hincha de racing) me regalaba un anillo de compromiso que año después terminaría en el fondo del río de Quilmes con la esperanza que nunca se asome a la superficie.
Aprendí a odiar a todo lo que tenga que ver con el día de los enamorados: chocolates, osos, corazones, flores. Púdranse, no pienso comprar nada el doble de precio porque a alguien se le ocurrió que esa jornada tengo que festejar, no me voy a estrenar una tanga ni voy a organizar una cena a la luz de las velas. Quiero disfrutar del amor de mi novio todos los días, no una vez al año... no me interesa la hipocresía de la pareja feliz por una noche.
Ahora ya lo saben. Dejen de preguntarme qué hago el sábado. No hago nada y es más, casualmente me quedó sola en casa porque muchacho tiene que trabajar y la genia mundial de su ex (desde ahora creo que la voy a llamar así para siempre, ¡qué habilidad para la maldad, esta chica tiene que dar cursos!) ya dictaminó que le deja a la nena. No sea cosa que él quiera festejar algo, que quiera pasarla bien... ojalá que se cruce con el amor de su vida esa misma noche y se la lleve a vivir a la isla inubicable de Lost (perdón, pensé en voz alta, eso es para el otro blog).
En síntesis, es muy probable que sea yo que para esta fecha siempre flaqueo y veo todo negro... tal vez el enojo sea porque muy en el fondo me encantaría festejarlo y no me puedo hacer cargo, nunca tuve la oportunidad de saber de qué se trata. Y encima, para evitar bajones invité a todas mis amigas a mi casa y las muy farsantes salen a cenar con sus novios... ¿Les parece?
No hay derecho... qué sola estoy en esta cruzada anti San Valentín.
Y ustedes, ¿se pliegan el sábado a la movida o se resguardan del mundo como pienso hacer yo?
Si tengo que comparar a mi abuela Kico con algún personaje del saber popular, no lo dudo: es igual al personaje de China Zorrilla en Esperando la carroza. Ayer después de más de veinte días sin siquiera llamarla, aproveché el cumpleaños de mi abuelo de la otra rama familiar, y me pasé por el barrio. Maté dos pájaros de un tiro en tan sólo tres cuadras y dejé a dos viejos contentos.
Con mi abuela no hablaba desde el último desplante y porque la conozco, sabía que iba a estar hecha una seda. Así fue, por los primeros cinco minutos, hasta que se sentó mate en mano y le dio salida al demonio que habita en ella. A medida que la iba escuchando, por momentos más atenta que otros, se me representaba este personaje. No lo podía creer, es idéntica... habla con el mismo enojo, mete ficha para todos lados, arma lío entre los familiares para luego lavarse las manos y lo que es peor, utiliza sus enfermedades en beneficio propio. Voy a terminar pensando que no quiere a nadie... Acá reproduzco algunos fragmentos de la charla de ayer (que duró dos sorpresivas horas) para que analicen con qué pie se despertó de su siesta.
Bocadillo 1: (conventillo familiar)
Abuela Kico: Estoy segura que tu padre no me quiere (hablamos de su hijo eh, al que tiene como una especie de Conchita, de un lado para el otro). Ese hijo de puta siempre fue igual. No tenemos afinidad.
Capitana: Abuela, te hace mil favores pobre tipo. Es el que más te visita y te ayuda.
Abuela Kico: Es un hijo de puta, para venir con esa cara de culo que no venga. Ya lo dijo tu tío también (quien quizás ni esté enterado del suceso). Está enojado, lo va a cagar a trompadas porque ya fue dos sábados por la tarde con intención de comer un asado en la casa de tu papá y él ya tenía planes con amigos. Siempre con la montonera de amigos ese boludo.
Capitana: Y a mi si me caés un sábado a las 18 capaz que también tengo planes...
Abuela Kico: Por eso es merece que lo cague a trompadas. Ya le dije que Mario le quiere pegar (?)
Bocadillo 2: (contra muchacho, con quien creí que tenía buena onda)
Abuela Kico: ¿Cómo te llevás con este chico?
Capitana: Súper bien, la verdad que estoy contenta.
Abuela Kico: Bueno a ver si lo querés un poco más a éste, porque al anterior no lo querías mucho, pobre.
Capitana: ¿Eh? ¿Pobre? Caí en un pozo depresivo de más dos años por su ciclotimia, le permití cosas increíbles, dejé pasar millones de mentiras...
Abuela Kico: Noooo (interrumpiendo), depresión es lo que tengo yo desde jovencita querida, lo tuyo no fue depresión o si pero no me enteré porque no te vi, me amargabas. Igual, te volviste a equivocar, elegiste mal. Éste parece un buen chico pero tiene una hija, no te va a durar tampoco Paola. No sabés lo que es criar a un chico y que encima no es tu hijo, que lo tuvo con otra (metiendo el dedo aún más, por si no había dolido suficiente)
Capitana: Me llevo genial con la nena. Lo conocí así y así lo acepto, no me pesa, estoy enamorada y nos llevamos perfecto, no lo voy a dejar por eso.
Abuela Kico: Eso lo decís ahora, pero cuando vivan juntos, llegues de trabajar y tengas que cocinar para tres te quiero ver. Vos, que no sabes cocinar ni una salchicha, te morís (estas equivocada querida, voy camino a ser una gran cheff... el viernes hice unos tacos riquísimos)
Capitana: Será como cocinar para dos pero con un puñadito más de fideos...
Abuela Kico: Bueno, vos discutís todo.
Bocadillo 3: (otra lanza para mi viejo, que está de vacaciones en Córdoba con Bebu y un grupo de amigos y el domingo se sumaron mi hermana y mi vieja, con la que se lleva genial pese a estar separados hace seis años)
Abuela Kico: ¿Ya se fueron tu mamá y tu hermana a Córdoba?
Capitana: Si, el domingo. Ya me avisaron que llegaron bien. Se vuelven el domingo todos juntos en auto.
Abuela Kico: Qué pelotudo es ese tipo eh. Le paga todo a la ex mujer el enconchado y ella no le da ni pelota (lo recuerdo y me rio, juro que todo es copia fiel de la charla)
Capitana: Que se yo abuela, son grandes, estuvieron toda la vida juntos, ninguno tiene pareja y ahora se llevan mejor que antes. Cuando alguno de los dos rehaga su vida, ya no se irán más. ¿Qué sabés además si le paga todo? No te metas...
Abuela Kico: Es un pelotudo.
Una recopilación genial que encontré en You Tube con las mejores escenas de China (para los que no la conocen y son lerdos para darse cuenta, es la señora de rulos que grita como Sargento. Quien no vio la película, que la alquile hoy mismo que no se va a arrepentir :)
Al que me pregunté por qué irá a la fila de personas que serán exterminadas con tan sólo una mirada asesina. Estoy harta de escuchar la frase: ¿de qué estás cansada, de hacerte la que trabajás, si mandas dos curriculum por día y las ocho horas restantes paseas por Facebook? ¡Error mis queridos!
Una búsqueda laboral es una tarea cansadora, frustrante y que realmente no se la deseo a nadie (bue a nadie tampoco, un par de niños de mamá y papá se la merecen, pero a nadie más). Me estoy topando con los requisitos más disparatados si tenemos en cuenta lo que ofrecen a cambio y creo que esto saca a cualquiera:
"Con movilidad propia (excluyente); con tres idiomas (excluyente); con cinco años comprobables en tareas similares; graduado universitario; abierto a radicarse en otros países; bla bla bla... sueldo ofrecido: 1500 pesos (ni 500 dólares, aclaro para los visitantes extranjeros)"
¿Estamos todos locos... si tengo ese curriculum se supone que me maté estudiando y encima pretendes que ponga mi auto (que no tengo, ni siquiera registro, pero me enoja igual) por 1500 pesos?! Creí entender que habían abolido la esclavitud, carnero hijo de puta.
Bueno, superada esa etapa, pongámosle que cumplo con todos los requisitos de un anuncio no tan pretensioso como ese, me llaman, paso la primera entrevista con éxito y halagos de todo tipo, me lanzan el clásico y mentiroso, te llamamos (por si o por no, quedate tranquila) y se los esfuma la tierra (cualquier similitud con mi vida de soltera busca-novio es mera coincidencia).
O peor aún, te salen con las excusas más absurdas: sos muy grande (tengo 28 años campeón, ¿qué les espera a mis viejos con 50?); tenés demasiada experiencia (¿no era excluyente? ¿no advertían que la gente que no tuviera experiencia ni se molestara?); no te puedo hacer esto, tenés un excelente curriculum en periodismo como para condenarte a ser empleada administrativa (te agradezco, llamá a los diarios y vendeme vos genio, si busco trabajo ajeno a los medios se supone que es porque no consigo y debo ampliar mi búsqueda) o la mejor que me llegaron a decir: ¿por qué autoboicoteas tu carrera buscando trabajo como empleada bancaria? Sin palabras...
Encima los mismos que me preguntan por qué estoy agotada si boludeo todo el día son los que me alertan sobre el fin del mundo. "Agarrá cualquier cosa, la crisis se viene jodida, van a echar gente de todos lados, prostituite por dos mangos, comercializá drogas pero hacé algo porque este año no vas a conseguir nada".
Genial. Encima el panorama en mi casa no es el mejor: mi hermana acaba de terminar su contrato laboral y planea vacaciones eternas; mi vieja tiene cada vez menos trabajo y no da mandar a laburar al pendejito de diez años. O me voy a vivir con mi viejo a riesgo de matarlo a los cinco minutos y tener antecedentes penales, lo que retrasaría aún más mis posiblidades de ser tomada en alguna empresa... o le hago caso a los "expertos" en recursos humanos y agarro lo que sea.
De más está decir que si alguno sabe de algo medianamente copado, me haga el favor de avisarme. Sí, dije medianamente copado porque soy pretensiosa: no quiero trabajar los sábados; no quiero atender un negocio de lunes a lunes ni quiero ser tratada como una adolescente jocosa en un call center... el resto lo podemos negociar. Ah, y la semana que viene me voy de vacaciones a Uruguay con muchacho. Me las merezco, en marzo vuelvo con todo en plan de cerrarle la boca a unos cuantos y convertirme en millonaria...
De casi cien comentarios arriesgando posiblidades alrededor de la palabra "parto", tan sólo unos veinte creyeron que podría llegar a estar embarazada. De esto se desprenden dos hipótesis: o leen perfectamente cada uno de los post y se aprendieron de memoria que no estoy lista para ser mamá o definitivamente no vine con el gen maternal y no le inspiro confianza a nadie.
Pero no quiero lloriquear, no es mi estilo, así que vamos con la posta. No es cuestión de panza (o sí, pero justo hoy empecé la dieta, confío que se irá); no es un viaje (o sí, pero me voy dentro de unos días y ya se los contaré mejor) ni me mudo con muchacho (por ahora y solamente por ahora).
La idea surgió después de varias charlas con amigas (Nanys; Alelu; Morena y Cordobesa, entre otras) y de mails que me llegaron pidiendo un espacio para hacer catarsis lejos de sus blogs personales para no correr riesgos. Y como a mi no me importa quién se pueda enojar, o si pero son mis rollos personales y no puedo aturdir todo el tiempo a mis amigas con ellos, los comparto. A lo mejor entre todos conseguimos erradicar a los ex del planeta o por lo menos aprendemos a lidiar con ellos (aunque me atrae más la opción erradicar del planeta).
Los invito a que pasen, participen y aporten su granito de arena. Pueden mandar post, mensajes ofensivos (para ex propios o ajenos, no se discrimina), consejos, tácticas para manejarlos, ideas y lo que se les ocurra alusivo que serán publicados.
La Capitana no se va, se queda, pero no quiere convertir este espacio en un río de sangre.
O¿Cómo seguir cavando la propia fosa con una sonrisa?
Luego de varios días inventando excusas para no prepararle el vacio al horno a muchacho, se me acabaron los argumentos. Ya no era 29 así que los ñoquis no contaban, ya no quedaba nada en la heladera que corra el riesgo de echarse a perder (sí, la carne si seguia despidiendo amiguitos tan tranquila en el congelador) y en realidad, ya no quedaba nada de nada en toda la casa. Por eso cuando a la tarde escuché el tan temido: "mi amor, ¿hacemos hoy la carne?, no tuve demasiada opción. "Sí, pero si vos me ayudás".
Así que después de que muchacho manipulara la carne cruda, le sacara algo (casi nada como verán en la imagen) de grasa y la salara; de que se nos arruine la noche por culpa del llamado diario detestable y lleno de odio de su ex; de que no me saqué un dedo cortando las papas en pleno estado de ira asesina y de que no haya abandonado la tarea ante la primera quemadura que me proporcionó el horno, podemos deducir que llegamos a esto:
Papitas, cebollitas, morrones, mostaza, mucho limón, desde distintos ángulos...
El detrás de escena también lo publico y con decencia...
Qué lo disfruten, no verán una imagen similar en este blog hasta que por lo menos termine el verano, el horno no se hizo para mi. Y la cocina mucho menos.
Es fija. Si suena un tema de Nino Bravo me acuerdo de mi abuelo.
En vida, he escuchado millones de veces sus historias de marinero. Lo mucho que extrañaba a su familia cada vez que se embarcaba por meses, el dolor de la distancia, la frustación por no poder ver los avances de sus hijos, la falta de comunicación en una era tan distinta a la nuestra y las herramientas para comunicarse desde el medio del océano.
Entre ellas primaban las cartas colmadas de amor pero sobre todo, las cintas con temas musicales. Ahi venia la parte del relato en que desempolvaba viejos discos de Nino o Manzanero, preparaba el tocadiscos y con lágrimas en los ojos cantaba los temas que le dedicaba a mi abuela Kico y la invitaba a bailar en en medio del comedor. Muchos se podrán reir pero a mi me encantaba asistir a esa escena. Mi abuelo destilaba amor, la miraba embobado, cumplía con todos sus caprichos y se bancaba sus malos modos estoico. Realmente envidiable, el hombre que todas soñamos... o por lo menos mi modelo de búsqueda, con menos de eso no me conformo.
Hoy, a casi a siete años de su partida, extraño como siempre su cariño, sus abrazos, sus consejos, las discusiones por política y su paciencia. Me hace falta pero por suerte sé dónde encontrarlo... Sólo tengo que apretar Play y su recuerdo viene a mi...
Y a ustedes, ¿qué canción les recuerda a alguien especial?
Gracias al talento y la generosidad de Rami Argañaraz que diseñó ésta y todas las imágenes de mi blog. No dejen de visitarlo en: ww.ramirolamuestra.blogspot.com - www.polisemia-fotos.blogspot.com
Mi mejor premio
Gracias Enmascarado Briks
Salió sin planearlo...
Pero, ¿no soy parecida?
Un gran premio
Gracias Marina
Premio mejor post del año!
Gracias amiga!
¿Perdonarías una infidelidad?
Para todos, si te enterás que tu pareja asistió a uno de estos lugares vos...