¡Ouch, es hoy! Malditas promesas...
En todo el mundo miles y miles de personas que comieron de más el fin de semana, arrancarán una dieta que ya saben de antemano que fracasará, que se abandonará en tres o cuatro días, en los casos más alentadores; que se dejará de lado ante cualquier antojo inoportuno o festejo fuera del hogar.
Cualquier pretexto es bueno para descartarla: en invierno da más frío todavía comer ligth. Si hace calor es imposible no tomarse una cervecita helada todas las noches. Si el espejo nos muestra un poco desinchados, nos avala a ese permitido que se convierte en el principio del fin. Si la balanza no arroja una diferencia hacia abajo, me atraco tirada al lado de la heladera con toooodo lo que encuentre a mi paso. Y así puedo seguir enumerando una y otra mentira que nos hacemos a nosotros mismos...
Pero aquí llegó Madie para ayudarnos, una lectora que sugirió una guía (no una dieta) para bajar de peso sin pasar hambres ni demasiadas privaciones. Acá combino sus tips con algunos mios de la época en que logré bajar diez kilos en pocos meses.
Tips por comida - Desayuno/Media mañana: Solo frutas. Todas las que quieran, enteras o en jugo, hasta 40 minutos antes del almuerzo.
- Almuerzo: Proteico, sustancial, queda todo el día por delante, es importante tener energías. Lo bueno es que si se come fruta de mañana, van a llegar a esta comida con una sensación de saciedad importante. Carnes, pescados, pollo, con ensalada, arroz, etc.
- Merienda: Mate, jugo de naranja, café, alguna tostada. Cuatro horas después del almuerzo.
- Cena: Livianito, lo que no quiere decir poco. Ensaladas (con pollo o atún), tartas, pasta sin salsa, etc.
- Entre cada comida se puede ingerir: frutas, gelatinas dietéticas, algún cuadratito de queso descremado, barritas de cereal.
Tips variados
- Es importante tener paciencia y entender que lo mejor que puede pasarle a nuestro cuerpo es que asimile los cambios gradualmente. Eso va a resultar en una modificación sustancial en el metabolismo, lo que implica que van a poder comerse un alfajor o un plato de sorrentinos sin culpas, lisa y llanamente, porque no va a hacer mella en todo el esfuerzo realizado.
- Es buena práctica llevar una planilla a modo de control, que incluya peso y alguna medida (piernas y cadera) y completarla cada semana para ver los avances. Siempre va a haber un avance, por más mínimo que sea. La idea de esta planilla es que oficie de estímulo. Puede parecer una boludez de la que es fácil prescindir, pero FUNCIONA.
- Obviamente lo ideal es combinar la dieta con algo de ejercicio. En su momento, Madie se armó una rutina de 40 minutos para hacer en su casa tres veces por semana y le duró un mes. Yo empecé reggeaton (¿recuerdan los post de esa época?) tres clases por semana y me ayudó muchísimo.
Tips generales: - Hay que internalizar que se pude comer sano y rico. Por eso es muy importante que investiguen, busquen recetas, varíen. Ayuda mucho porque contribuye a eliminar la idea de que siempre estamos comiendo lo mismo y con los mismos sabores.
- Piensen en hacer variaciones, aunque sea mínimas, a platos que engordan para que no lo hagan o lo hagan menos. Es posible y está permitido. Por ejemplo: tirabuzones con cubos de queso magro, albahaca, tomate cherry y un chorrito de aceite de oliva; ravioles de ricota con una salsa de crema de leche Light o de tomate natural; lasagna de verduras, etc.
Importante
- Si sos ‘coquera’ y/o ‘mayonesera’, decile “hola” a sus versiones light. Esto no quiere decir que le tengan que dar la bienvenida a todos los productos light (no siempre son buenos) pero si son de esas personas que no pueden vivir sin estos extras en una comida y los haría infeliz tener que prescindir de ellos, súmenlos.
- Eliminar la sal de las comidas. Incorporar otros condimentos como el orégano, la pimienta, especies. La sal retiene líquidos.
- Tomar dos litros de agua por día... ¿les parece imposible cumplirlo? Consigan botellitas de medio litro que las puedan llevar a todos lados y con sólo recargarla cuatro veces en el día es suficiente. Así da la sensación que es mucha menos cantidad.
- Fuera el pan blanco. Desterrarlo es lo primero que marca la diferencia. Adentro el pan integral, de salvado, pero en porciones moderadas.
Todo está en la mente
- Pueden darse un gusto por semana. Un domingo al mediodía se pueden matar con un plato de ravioles a la crema con panceta… o un combo de Mc Donald’s.
- Si tienen un cumpleaños, reunión, asado, lo que sea, no dejen de comer. Obviamente no se atraquen, pero está prohibido dejar de comer porque “estoy a dieta” porque esa auto marginación es la que termina llevando al abandono.
- Y si algún día cualquiera, por x razón, no tienen nada demasiado light para comer, no se compliquen, coman una porción normal de lo que haya.
Los puntos anteriores, aunque no lo crean, sirven muchísimo para mantener una constancia y para prolongar el tiempo de la dieta. Esto es porque nos da la sensación de que no nos estamos perdiendo de nada ni matando de hambre y también porque sabemos que al final de la semana habrá una recompensa.
Esperamos que les sirva... y ustedes, ¿qué cosas postergan para todos los lunes?