Muchas veces escuchó palabras de amor salir de su boca y otras tantas, brindó y festejó por los momentos felices a su lado. Otras veces, en cambio, se preguntó si le bastaban esos instantes de gozo para ser feliz pero sospechaba que no eran suficientes. Algo le faltaba para que la alegría fuera completa pero por alguna razón que jamás pudo precisar siempre se mantuvo firme a su lado.
Muchos lo llaman conformismo. Otros, amor incondicional.
Lo cierto es que ningún sentimiento se asemejó a ese a lo largo de toda su vida y con esa sensación se fue, sin más oportunidades para comprobarlo.
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2 comentarios:
Estoy de pasada pero no quería dejar de felicitarte por el texto.
Es así nomás, ¿será uqe nada nos conforma o qeu las novelas nos limpiaron la cabeza con la historia del príncipe azul y creemos que si seguimos buscando vamos a encontrarlo?
Espero que tú si hayas encontrado el tuyo.
Saludos
Juliet
No es bueno conformarse ni cometer errores en nombre del amor. Si algo no funciona o no te llena, adiós.
Te dejo un beso!
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